Desalojan a los indigentes que ocuparon la obra del Pabellón Fernández Portillo

De nuevo en la calle y sin un techo sobre el que refugiarse. Los indigentes desalojados del Garaje América, que encontraron un nuevo hogar en una pequeña edificación que sobrevive en la obra del Pabellón Fernando Portillo, han tenido que volver a hacer las maletas y buscar un nuevo lugar donde pasar las noches. Al menos unas cinco personas recogieron sus colchones, sillas y algunos pequeños muebles que habían traído y abandonaron el que ha sido su hogar durante unos escasos días. Las quejas de varios vecinos y comerciantes de la zona alertando de ruidos e inseguridad han sido el detonante para que la empresa se hiciera cargo del asunto y sellara la construcción de dos plantas. Un comerciante relató a LA VOZ que «se colaban abriendo un poco las vallas de protección o bien por un agujero que hay en el suelo y que suele estar tapado para evitar caídas, pero para entrar quitan el madero que lo tapa y cualquier día alguien que pase se va a caer y vamos a tener un disgusto».

Malestar en el vecindario

Quejas de este mismo estilo propiciaron que los desalojaran también del que fuera su hogar durante varios años, el garaje América, ahora tapiado y sellado. Después de que la Policía Local los echaran varias veces por riñas y fogatas, fueron dos informes firmados por las delegaciones de Medio Ambiente y Urbanismo y remitidos a la Justicia por la imposibilidad de localizar al propietario del inmueble, los que pusieron los ladrillos a sus entradas.

Ahora, estos 'okupas' por necesidad buscarán un nuevo sitio donde resguardarse por las noches, hasta que llegue otro nuevo desalojo.