Fiscales y hermanos mayores recibieron sus horarios en el penúltimo acto oficial de la Cuaresma. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

«Es la hora del recogimiento»

El Año de la Fe y el Cónclave marcaron el encuentro en el que han quedado oficializados los tiempos de paso de las hermandades Las cofradías celebran uno de los últimos actos previos a la Semana Santa con el Cabildo de Toma de Horas en la Catedral

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Manuel asiente y sonríe con alegría sincera. No puede disimular su emoción tras el cristal de sus gafas. Es al tercer cofrade que atiende, vendrán más, no importa, no se le cae la sonrisa de la cara. El Cabildo de Toma de Horas está a punto de comenzar en el coro de la Catedral de Cádiz y allí, en uno de los asientos de la noble sillería, Manuel Garrido lleva con humildad haberse convertido en el protagonista involuntario de uno de los actos previos de la Semana Santa. No es para menos, el hermano mayor de El Perdón consigue lo que pocos en el mundo de las cofradías: despertar el cariño de unos y otros. Ayer, tuvo una demostración sincera de ello con su hijo Manuel como testigo. Padre e hijo, hermano mayor y fiscal, recibieron el afecto de sus homólogos en la que suponía la más reciente reaparición del primero, convaleciente por enfermedad.

Sin dudas, la presencia de Garrido fue una de las notas protagonistas de un Cabildo de Toma de Horas que sabe a presagio. A cercanía de una Semana Santa que ya está aquí y que girará en torno al Año de la Fe que proclamó el Papa emérito, Benedicto XVI. Unos y otros hicieron referencia a la necesidad de renovar dicha fe en los cortejos procesionales que están próximos a celebrarse. Fue el caso del presidente del Consejo de Hermandades, Martín José García, quien pidió a los hermanos mayores y fiscales presentes que vivieran la Semana Santa como una forma de «fortalecer la fe». «Es la hora del recogimiento», recalcó, poniendo el acento en la necesidad de abandonar la postura de «meros espectadores de los cortejos», para dar el paso a vivirlos.

Por su parte, el concejal de Cultura, Antonio Castillo, quiso dejar clara «la implicación del Ayuntamiento con las cofradías» y su reconocimiento «al trabajo silencioso que realizan en materia social». Eso sí, no desaprovechó la ocasión para recordar lo complicado del momento que vivimos económicamente. De ahí que Castillo recordara cómo el Consistorio aporta «no sólo dinero, sino también implicación con las cofradías». En sus palabras, Castillo igualmente enumeró la colaboración que el Ayuntamiento presta a las hermandades con actividades como el programa Música en Cuaresma. «Fervor, solidaridad, unidad y sobre todo fe», fueron los rasgos definitorios aportados por Castillo a las cofradías.

Una vez repartidos los horarios a cada uno de los fiscales, el maestro de ceremonias del Cabildo, Rafael Vez, también recalcó la importancia de la fe en las salidas procesionales. Lo hizo en unas cuidadas palabras en las que recordó con una oración a los cardenales que, en el Cónclave que está a punto de comenzar, tendrán que elegir a un nuevo Papa «valiente y fuerte ante las reformas que necesita la Iglesia». Igualmente, recordó como la devoción llega en la Semana Santa. Una fe que «entra por el oído» con la música, «el sonar de las horquillas sobre los adoquines»; por los ojos, gracias a las manos de imagineros, bordadores, floristas, mayordomos o vestidores; «por el olor a incienso, flores y cera quemada»; «el tacto» de las túnicas y pies de esas imágenes devocionales; y del paladar «del Sacramento, las roscas, arroz con leche, torrijas o empanadas». Sensaciones de un tiempo que viene y para el que Cádiz se prepara. Siguiente parada, el Pregón.