El Tesoro salva con nota la primera subasta tras las elecciones italianas

El Tesoro saldó ayer con buena nota la primera subasta tras las elecciones italianas, donde la incertidumbre respecto al resultado final -sigue sin conocerse la composición del nuevo Ejecutivo al no haber mayorías claras- había pasado factura a la prima de riesgo de los países del euro en dificultades, entre ellos España. De hecho, tras aproximarse durante varios días al umbral de los 400 puntos básicos -el martes alcanzó los 415-, la española bajó hasta los 337,10 puntos con una rentabilidad del 4,905%. Contribuyó, y mucho, que el Estado lograra colocar 5.039 millones de euros en bonos a medio y largo plazo, con una demanda de nuevo superior a la oferta -un total de 13.011 millones, hasta 2,6 veces más que la cantidad adjudicada- y unos tipos de interés marginales inferiores a los de las últimas citas con los inversores.

Transcurridos los dos primeros meses del año, el Tesoro ha captado ya en el mercado 35.499 millones de euros para su programa de financiación a medio y largo plazo (46.000 millones en total si se considera también el corto), suma que representa el 29,3% del total previsto para este año. El coste medio de hacerlo, sin embargo, no ha sido tan bajo como hubiera deseado el Gobierno (2,85%), si bien ha resultado inferior al del cierre de 2012 (3%). Y es que aunque España afronta 2013 con una de las mayores necesidades de dinero prestado que se recuerdan -entre 215.000 y 230.000 millones pendientes de lo que terminen precisando las comunidades adheridas al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), por encima de lo colocado el año pasado (249.635 millones) si se descuenta el dinero correspondiente al fondo de rescate bancario que recibió el país-, desde el Ministerio de Hacienda se insiste en que lo hace «en condiciones más holgadas que el ejercicio anterior».

Mirando la subasta de ayer, podría entenderse que tienen razón: 568,9 millones colocados en bonos a tres años con un tipo de interés del 2,68%, otros 2.025,9 millones adjudicados en bonos a cinco años con una rentabilidad del 3,6% y, por último, 2.435,2 millones en obligaciones a 10 años al 4,95%, con un interés que no bajaba de la barrera del 5% desde el 18 de noviembre de 2010. En el calendario que resta, otoño vuelve a presentarse como el período más difícil para el Tesoro -131.797 millones entre septiembre y diciembre sumados vencimientos de emisiones anteriores y lanzamientos nuevos-, mientras que salvo marzo (otros 15.054 millones) tanto la primavera como el verano se antojan relativamente asequibles (con una media mensual de 11.340 millones).

Prueba de la confianza recobrada es que las primas de riesgo de los países del euro con mayores problemas bajaron entre tres y cuatro puntos básicos, incluida la de Italia (310,70). Las principales bolsas del continente también cerraron con números verdes tras sus caídas del miércoles, cuando se esperaba una resaca positiva a raíz de los máximos históricos encadenados por el índice Dow Jones en Nueva York. En España, el selectivo Ibex-35 español subió un 0,36% hasta las 8.389,1 unidades, mientras que el CAC-40 de París ganó un 0,53%, el FTSE Mib de Milán un 0,30%, el Dax de Francfort un 0,26% y el FTSE-100 de Londres un 0,18%.