La crisis duplica el número de 'sin techo' en la ciudad

En los últimos años, la crisis ha dejado de ser una palabra, un concepto, para ser parte de mobiliario urbano de la ciudad. Han proliferado los carteles de 'se vende', se han multiplicado las barajas de locales cerrados, las colas en las oficinas de desempleo se han alargado sin cesar y el número de personas que viven en la calle se ha multiplicado. Desde 2009, el año en el que la crisis comenzó a hacer estragos entre la población, el número de personas que se han visto obligadas a vivir en la calle ha ido en aumento. Cruz Roja hizo público ayer los datos de asistencia a personas a través de las Unidades Móviles de Emergencia Social (UMES) durante 2012, incluido en el llamamiento 'Ahora más que nunca'. Durante el pasado año, esta entidad dio asistencia a 467 personas que viven en la calle en las ciudades de Cádiz y Jerez, casi 250 en la capital. Un número que ha ido creciendo en los últimos años. Desde la organización señalaron que en 2009, los servicios de emergencia social de Cruz Roja España atendieron a 273 personas en la provincia, un número que se elevó a 383 en 2010.

No solo ha variado la cifra, también el tipo de personas que vive en la calle. Si antes de la crisis, la media la constituía un hombre de entre 45 y 65 años, ahora el perfil es de entre 30 y 50 años. Aunque el número de atendidos sigue siendo mayor en hombres que en mujeres, desde Cruz Roja subrayaron que la presencia de féminas va en aumento.

La entidad social destacó el valor de los programas como el de las Unidades Móviles de Emergencia Social puesto que no solo entregan abrigos, alimentos, material de aseo, bebida caliente y atención sanitaria. Su principal labor es la de escuchar. «Su gran aporte es ofrecerles un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida, actuando como puente entre la calle y la red de atención», explicó Fernando Cuevas, responsable de Programas contra la Pobreza y Exclusión social de Cruz Roja.

El proyecto 'Ahora más que nunca' lanzado en 2012 pretende incrementar la asistencia de las 300.000 personas más que están en situación de extrema vulnerabilidad en toda España, además de los dos millones de personas que atienden anualmente.