Una ola de saqueos en Argentina se salda con dos muertos y cientos de detenidos

Una oleada de saqueos y destrozos en comercios puso ayer en jaque a las autoridades argentinas. Los ataques indiscriminados, que tuvieron lugar en varias ciudades del país, dejaron un saldo provisional de dos muertos, decenas de heridos y centenares de detenidos. El Gobierno de Cristina Fernández apunta a sectores de la oposición sindical como instigadores de los ataques, mientras envía tropas de la Gendarmería Nacional.

Lo ocurrido revive los fantasmas de la crisis de diciembre de 2001 cuando en medio de una grave recesión económica, los argentinos respondieron al Gobierno con los saqueos y protestas que pusieron fin al Ejecutivo de Fernando De la Rúa. Pese a que en la actualidad también hay sectores descontentos con el Gobierno de Fernández, el actual panorama socio-económico dista mucho del que derivó en la salida de De la Rúa.

A juicio del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, «los hechos violentos buscan frenar la paz social y este gran momento que vive Argentina», que vinculó con sectores sindicales encabezados por el camionero Hugo Moyano. En este sentido, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, mantiene que «llevarse un plasma no es hambre, es un hecho vandálico». «Quieren generar zozobra», se dolió. Los hechos más graves sucedieron en la ciudad de Rosario, donde una mujer murió desangrada después de que los manifestantes rompiesen el escaparate de un comercio. Otro joven falleció a causa de un impacto de bala.