Un salvavidas del Doce

Hizo el resumen del año. Pero no de uno cualquiera. El balance del año más esperado, el único que se mencionó de forma compulsiva durante, al menos, los cinco previos. El Doce. El Bicentenario de la Constitución parida en Cádiz. El gran momento. La excusa para todas las cosas. Algunas no han podido ser pero Teófila Martínez, la alcaldesa de Cádiz durante todo el proceso de gestación (y durante el anterior porque está desde 1995) hizo un resumen triunfal, satisfactorio, rayano en el orgullo personal y de jefa de un equipo que, según su versión, ha superado el reto con nota y sin ayudas.

La regidora gaditana afirmó ayer que el movimiento turístico, comercial y de eventos generado alrededor del denso programa de actos, mayores y menores, de la conmemoración ha colaborado a que «Cádiz tenga una tasa de desempleo del 26%, cuando en la provincia es del 36% y en Andalucía también supera el 30%». Insistió, además, en asegurar que «durante este tiempo se ha mantenido la ayuda a los que peor lo están pasando, a los que más lo necesitan» y puso como ejemplo de esta fundamental tarea paralela que la ayuda para el pago de alquieres ha llegado a los 1,6 millones durante 2011 y 2012, cuando en 2007 apenas fueron 700.000 euros. También resaltó que ni el gran año ni la crisis «han frenado el ritmo de inversión». Para respaldar su afirmación mencionó el «parque de astilleros, el teatro de la Tía Norica, o el estadio. Además, no se ha perdido empleo en este Ayuntamiento, no hemos vivido ningún ERE, ni retraso de nóminas. Hemos hecho un esfuerzo para no tener problemas que se han dado en nuestro entorno. Hemos podido mantener la ciudad viva, en transformación».

Una vez recalcada la idea de que el Bicentenario ha creado riqueza y no ha sido un estorbo para auxiliar al creciente grupo de necesitados de ayuda, Teófila Martínez pasó a calificar los beneficios inasibles, los que son imposibles de traducir a cifras: «Cádiz ha dado una imagen inmejorable. La gran habilidad ha estado en hacer que todas las administraciones públics pudieran estar centradas en Cadiz porque se han encontrado el trabajo previo hecho».

Según la máxima representante del gobierno local, la población ha jugado un papel fundamental: «Los gaditanos hemos demostrado lo que somos capaces de hacer. Había quién dudaba. Pero hemos respondido con naturalidad. Nadie ha echado de menos nada, ningún servicio, ninguna infraestructura propia de una gran capital en momentos como la celebración de la Cumbre. Y al Estado le ha costado hasta un 50% menos que la celebrada en Salamanca».

La alcaldesa se mostró convencida de que los actos vividos, entre los que resaltó los momentos más participativos o mediáticos como el 19 de marzo, la Gran Regata y, sobre todo, la Cumbre Iberoamericana, tendrán un efecto positivo en la ciudad: «Hemos cumplido los objetivos como ciudad. Gracias a la participación de los gaditanos, de su compromiso. Hemos dado una imagen excelente que nos beneficiará en el futuro, que tenemos que rentabilizar. Ahora la iniciativa privada tendrá lo que necesita. En un año, estarán el segundo puente y el tren de alta velocidad. Tenemos una ubicación estratégica que muchas ciudades quisieran. Hemos iniciado un camino sin retorno para estar en disposición de aprovechar las oportunidades cuando este momento económico pase».

Preguntada por lo que ha echado de menos, lo fallido, lo que lamenta, lo que cree que ha fallado en el año Doce, aseguró que «se nos ha quedado en el tintero el puente. Habría sido el no va más. Se podría haber hecho más si los demás hubieran cumplido. Todo lo que se ha quedado en el tintero era lo que tenían que hacer otros». Sus críticas se centraron en la Junta. Afirmó que sólo ha cumplido con la ciudad con un equipamiento, la Casa de las Artes, «tras años de retraso en construir un edificio en los 9.000 metros cuadrados de suelo cedido gratis por este Ayuntamiento». Recordó los «incumplimientos» de esta administración, como el nuevo hospital regional en la ciudad, «donde han hecho que Zona Franca pagara 11 millones de euros por un solar que diez años más tarde sigue baldío».