Trabajadores de Iberia, durante la concentración que protagonizaron el pasado viernes en la T4 de Barajas. :: ÓSCAR CHAMORRO
Economia

Iberia y sindicatos se avienen a negociar el plan de reestructuración

La compañía se compromete a no segregar los negocios y dar prioridad a las prejubilaciones en la reducción de plantilla

MADRID. Actualizado: Guardar
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El conflicto de Iberia, que desde hace semanas enfrenta a la dirección de la compañía y los sindicatos por el plan de reestructuración de la aerolínea, ha entrado en la senda de la negociación. Ambas partes han pactado tejer el plan de transformación y futuro de la compañía -que se extenderá dos años más, hasta 2017- a partir de una serie de acuerdos mínimos. Entre ellos, los que comprometen a Iberia a priorizar las prejubilaciones para la reducción de plantilla prevista (unos 4.500 empleos), o a mantener integrados los negocios de mantenimiento y 'handling' (asistencia en tierra a aeronaves). Los sindicatos, por su parte, dan marcha atrás en su intención de plantear una huelga a partir del 7 de enero después de haber aplazado las previstas para este mes.

El preacuerdo se logró ayer en el marco del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbritraje (SIMA), celebrado en Madrid con la presencia de representantes de Iberia Operadora y de los sindicatos CC OO, UGT, USO, Asetma, Sitcpla y CTA-Vuelo, que representan al 93% de la plantilla. En el documento del SIMA que recoge el preacuerdo se establece la apertura de un proceso negociador que concluirá el 31 de enero, aunque ambas partes pueden pactar su ampliación.

Iberia se compromete a aplicar el Expediente de Regulación de Empleo 72/01 en detrimento de los instrumentos que le ofrece la nueva reforma laboral. Y si se necesitaran otras vías distintas, «deberán ser pactadas», según recoge el acta del preacuerdo. Iberia considera acreditada «su voluntad de utilizar con carácter prioritario el mecanismo de las prejubilaciones para la reducción de la plantilla prevista», una vía a la que pueden acogerse «un mínimo de dos tercios del total de excedentes». Contempla también otras fórmulas como «bajas incentivadas, recolocaciones o movilidad geográfica».

El acuerdo final «reflejará un compromiso de nivel de actividad de la compañía por año, medido en la magnitud que se acuerde», así como de realizar una inversión «que incluya la necesaria renovación de flotas». Además, «hará sus mejores esfuerzos para recuperar aquella producción que realizan otros operadores con código Iberia, siempre que resulte rentable en sí misma». El acuerdo final incluirá «un nuevo programa de vuelos que asegure a Iberia Operadora una utilización adecuada de sus recursos».

En opinión de la aerolínea, el plan de transformación «es una clara apuesta de futuro para Iberia, que contempla inversiones multimillonarias en nueva flota, nuevas Clases Business Plus y turista de largo radio, inversiones en el 'hub' de Madrid, en mantenimiento, handling o carga, entre otros». El director de Recursos Humanos, José Luis Romero, mostró la «satisfacción» de la empresa por la firma del preacuerdo, al tiempo que expresó su voluntad de ampliar el plazo para alcanzar un acuerdo definitivo, que expira el 31 de enero. La compañía ha anunciado que esta semana citará al SEPLA «para que se sume al acuerdo y a la voluntad de negociación que han mostrado los demás sindicatos». Además, se muestra «interesada» en conocer la propuesta del sindicato según la cual está dispuesto a rebajar hasta un 51% el sueldo de los nuevos pilotos, y del 10% para la plantilla actual.

Desencuentros y presiones

El principio de entendimiento entre Iberia y sindicatos llega después de seis semanas de desencuentros que amenazaban con desembocar en una inevitable huelga. El plan de la compañía -que contemplaba además una reducción salarial de entre el 25 y el 35%, y una disminución tanto de rutas como de la flota- chocó con la firme oposición de los sindicatos, que plantearon seis jornadas de huelga para los días 14, 17, 18, 19, 20 y 21 de diciembre.

El pasado día 10, los trabajadores desconvocaban los paros «para no hacer rehenes del conflicto a los usuarios». Finalmente, han tenido que celebrarse dos reuniones en el marco del SIMA para acercar posturas. Tampoco ha sido desdeñable la intermediación del Gobierno pese a que Iberia descarta la existencia de presiones. En las últimas semanas se han sucedido las declaraciones por parte de los ministerios de Fomento e Industria, Energía y Turismo instando al acuerdo entre las partes. La ministra de Fomento, Ana Pastor, consideró ayer «muy positivo que las partes puedan seguir avanzando» y anunció que el Gobierno vigilará el proceso de negociación.