Dos fotogramas de los vídeos de las cámaras de seguridad que han servido para condenar a la banda.
tribunales

Condenado a 33 años de prisión pero no cumplirá más de 14

Sentencian al patriarca del clan de los Carmona por ocho atracos violentos pero el cumplimiento efectivo no llegará ni a la mitad de la pena impuesta

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los cuatro integrantes adultos de la familia Carmona, acusados de haber perpetrado una oleada de atracos violentos en sucursales y supermercados, entre noviembre de 2009 y enero de 2010, han sido sentenciados a penas de cárcel dispares. El fallo judicial, dictado por el Penal nº 5 de Cádiz, hace diferencias en el reproche penal entre los procesados, en función del nivel de implicación y el número de atracos que le achacan a cada uno. A la cabeza, el patriarca de la familia, Antonio Carmona Vera, de 48 años, quien ha sido condenado a 33 años y tres meses de prisión por siete robos con violencia consumados y un octavo en grado de tentativa. Pero en la sentencia que se conoció ayer, la magistrada deja reflejado en el texto legal cuál será el cumplimiento máximo en prisión para este delincuente reincidente: 14 años y tres meses. Menos de la mitad de la pena fijada.

El resto de procesados, los dos hijos del cabecilla y su expareja, también han recibido condenas: Daniel Carmona, de 23 años, ha sido sentenciado a nueve años y medio por dos atracos; Tamara Carmona, de 27 años, a tres años y diez meses; y Zaray Cabeza, a tres años y dos meses. Las mujeres habían ejercido un papel secundario en los golpes. Se encargaban de esperar a los varones en el exterior de cada oficina bancaria para después facilitarle la huida. Además, la expareja del patriarca confesó durante la instrucción del caso y en el juicio celebrado el pasado mes de noviembre. El fiscal consideró que debían aplicarle una atenuante por esa colaboración prestada. De ahí que haya sido la que ha recibido la condena menor.

Trayectoria criminal

Este clan, que procede de Jaén, recaló en la provincia en 2009 con la intención de ejecutar una serie de atracos que causaron una gran alarma social en ciudades como Cádiz, poco acostumbradas a los robos violentos en entidades bancarias. Pero además de la capital, la sentencia considera probado que actuaron en San Fernando, Puerto Real, Jerez, Chiclana y en Jaén.

Y es que tras ejecutar varios atracos en la provincia, decidieron regresar a su tierra donde siguieron con la escalada violenta, para regresar de nuevo a Cádiz. El patriarca no solo echó mano de sus hijos mayores para formar la banda, también reclutó a los dos menores que ya fueron juzgados por la jurisdicción correspondiente.

El 'modus operandi' que ponían en práctica, según reconoció el propio Antonio Carmona en instrucción, consistía en: «Entrar con un pasamontañas, enseñar una pistola, encerrar a los clientes y empleados en una habitación y llevarse el dinero». Llegó a confesar que su hijo Daniel lo había ayudó en un par de ocasiones.

Pese a la condena dictada, las penas podrían haber sido superiores si se hubiera acreditado la participación de los procesados en todos los hechos que les imputaba el fiscal que ya de por sí era inferior al número de asuntos que la investigación policial vinculaba a la banda.

Así, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría Provincial cerró sus pesquisas atribuyéndoles hasta 16 robos. Pero los acusados fueron procesados por doce, de los cuales han sido absueltos de cuatro. En uno de ellos, la autoría fue reconocida por uno de los menores, que ya fue sentenciado por ello.

La sospecha es que participaron en todos los hechos denunciados, pero solo han sido sentenciados en aquellos robos donde las pruebas eran sólidas: imágenes de las cámaras de seguridad y las ropas que emplearon en los atracos y que fueron recuperadas en los registros.

Del contenido del fallo judicial destaca como indicio solvente el «alto tren de vida» que mantenía el hijo del patriarca, al que no consta que estuviera trabajando. Sin embargo, «en su vivienda había un televisor de grandes dimensiones, un móvil, un portátil y una PSP».

Como ocurriera con otros conocidos delincuentes como los hermanos Flores, el patriarca de los Carmona tendrá un cumplimiento efectivo de pena muy inferior a los años que dicta la sentencia, la cual es recurrible en apelación ante la Audiencia. La magistrada invoca al Código Penal que recoge que el penado no puede superar en la cárcel el triple de tiempo que fija la pena por el delito más grave. En la práctica significa que en una sucesión de delitos idénticos, algunos se quedan sin condena real.