El puente del Pilar arranca con una ocupación superior a las previsiones de los hosteleros

El sector del turismo comenzó ayer el puente del Pilar con cifras esperanzadores para la provincia. Tanto es así, que el 68% de ocupación hotelera anunciado por el consejero de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez, para estos días festivos, se ha quedado corto en la primera jornada. Los hosteleros confirmaron durante el día de ayer, que la ocupación en la provincia ya había superado el 75% e incluso mostraron su confianza en acabar el puente por encima del 80%. De hecho, el presidente de la Asociación de Hosteleros de la provincia de Cádiz (Horeca), Antonio de María, aseguró que los mejores datos se habían producido en Chiclana y El Puerto de Santa María, donde ya se había rebasado el 89%, mientras que Jerez, se encontraba con el 75% de las plazas cubiertas.

Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Hoteles, Stefaan Declerk, confirmó que la media de ocupación era ligeramente superior a lo esperado, aunque destacó que el éxito cosechado en la provincia se debe, principalmente, al gran número de bodas y celebraciones que tendrán lugar en este fin de semana, así como la coincidencia de otros eventos de interés como el Monkey Week en el Puerto de Santa María, que ha conseguido rozar el lleno en los establecimientos de la localidad.

De hecho, Declerck aseguró que desde la patronal contemplan un posible lleno de los hoteles de la costa, ya que además de la coincidencia de diferentes eventos de gran atractivo en la provincia, también se suma el buen tiempo con el que comenzó ayer la festividad del Pilar y que permitió ayer volver a ver una importante afluencia a las playas de gran parte de la provincia.

Por su parte, los negocios del sector de la hostelería también mostraron ayer su satisfacción por la importante afluencia de clientes y la recaudación cosechada en los diferentes establecimientos. En el caso de la capital, muchos de los negocios llegaron a agotar sus mesas y a utilizar un segundo turno de comida en los restaurantes, algo que a estas alturas ya parecía casi imposible.