Un policía, durante la primera carga del 25S tras abrirse la brecha en la valla :: ÓSCAR CHAMORRO
ESPAÑA

El informe de la Policía recoge que hasta 500 personas intentaron tomar el Congreso

Asegura que otros grupos trataron de «acceder» al Parlamento por las calles adyacentes para coaccionar a los diputados

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las diferentes diligencias policiales entregadas a la autoridad judicial en las últimas horas sobre los incidentes del 25S sostienen que hasta unos «500 individuos» participaron en la «arremetida» para arrancar las vallas que rodeaban el Congreso e intentar entrar al interior del cinturón de seguridad. Los atestados sobre los disturbios que acabaron con 35 detenidos y más de 60 heridos insisten, además, en que grupos organizados trataron de «acceder» al Parlamento por las calles adyacentes para intentar coaccionar a los diputados. Y que unos 200 violentos participaron en los altercados de la estación de Atocha que provocaron la entrada de los antidisturbios en los andenes.

«A lo largo de la concentración se produjeron diversos incidentes ocasionados por el intento de rebasar el perímetro de seguridad establecido en el Congreso de los Diputados, así como impedir a sus señorías abandonar el hemiciclo. Hubo lanzamientos de objetos a la fuerza policial actuante, así como agresiones directas a los agentes, todo ello perpetrado por numerosos elementos radicales presentes entre los concentrados», apunta a modo de conclusión uno de los documentos entregados al juez.

Según la versión de la Policía, en la concentración que terminó con graves incidentes en la plaza de Neptuno participaron 4.000 personas, muchas de ellas venidas de fuera de Madrid. Los informes, que destacan que desde el inicio de la concentración el lema más coreado fue «tomemos el Congreso, que se vayan todos», señalan que hasta las 19.00 horas no hubo incidente alguno destacable con los casi 1.500 agentes que participaban en el dispositivo. A esa hora, sin embargo, «un número aproximado de 500 individuos que encontraban a la altura del vallado instalado en la carrera de San Jerónimo (.) arremetieron violentamente contra el despliegue policial, tirando las vallas y arrojando objetos contundentes contra la línea policial desplegada tras el vallado».

«Fuerza mínima»

El Ministerio del Interior justifica en sus documentos la primera carga contra la multitud dado lo delicado de la situación. Se enviaron antidisturbios a cubrir la brecha abierta en la barrera con la orden de «emplear la fuerza mínima necesaria para repeler las agresiones, consiguiendo que estos individuos violentos no consiguieran sus intenciones de acceder hacia la sede del Congreso de los Diputados».

Ahí, de acuerdo al relato de la Policía, no acabaron los disturbios porque aparecieron en Neptuno varios grupos de «jóvenes que estaban embozados y armados con palos» y lanzaron a los agentes «botes de cerveza, pilas y piedras», lo que motivó una segunda carga. La tercera arremetida de los antidisturbios se debió a que los encapuchados, «mezclados entre el resto de los manifestantes», se «reorganizaron» y comenzaron a lanzar trozos de vallas al cordón policial.

Los informes del Cuerpo Nacional de Policía también señalan que, al margen de los conocidos disturbios de Neptuno, hubo otros intentos de «grupos violentos» de «acceder al Congreso» por las calles adyacentes aprovechando la confusión. Esas maniobras también fueron abortadas por los funcionarios que estaban en esas vías aledañas. Luego esos «violentos» se «desplegaron por todos los cortes (sic) para impedir la salida de los diputados cuando finalizara el pleno», lo que obligó a los agentes a abrir una «vía de salida libre» por la que sacar a los parlamentarios asediados.

Las diligencias policiales, que ya obran en poder de la juez, también se refieren a la polémica actuación de los antidisturbios en la estación de Atocha, donde llegaron a entrar en los andenes con el consiguiente pánico de los pasajeros. El origen de ese actuación fue la respuesta a unos disturbios que comenzaron a las 22.30 horas, cuando «200 personas comenzaron a causar incidente en la estación», increpando a los vigilantes y «causando destrozos en el mobiliario urbano». Según la Policía, un grupo de un centenar de estos «violentos» se refugió en la estación mientras lanzaban piedras a los funcionarios. «La complejidad de los andenes (sic)» hizo que la Policía continuara la persecución de los sospechosos fuera de la estación. El informe no hace mención alguna a las salvas ni a las carreras que provocaron los antidisturbios en su incursión a las instalaciones ferroviarias.