La nueva salinera en el centro de la imagen junto a Loaiza y Arjona. :: C. C.
SAN FERNANDO

Lorena Prián encarna a la mujer isleña en el comienzo de la Feria

Esta joven de 27 años se convierte en la nueva Salinera Mayor y con ella llegan las jornadas de fiesta al recinto de la Magdalena

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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De bajo consumo, pero sus luces ya están encendidas. Porque un año más ha llegado la fiesta más isleña, la Feria del Carmen y de la Sal. El olor a pescaito frito, el de los churros ya invaden las calles de la Magdalena. Cientos de isleños ya las han recorrido. Los encuentros con viejos amigos, las casetas que se convierten en una segunda casa, niños que solo quieren tirar para las atracciones.

Cada año es igual, pero también distinto. Porque cada persona tiene una manera de vivir esta fiesta que se encarga de conmemorar a la patrona de la ciudad, la Virgen del Carmen y de la Sal, cuya festividad este año cerrará la fiesta. Pero, para eso aún quedan varios días y ayer fue la primera jornada que se vivió ayer de forma intensa y que se centró en la proclamación de las salineras y el concierto de la artista local, Sara de la Cruz.

Aunque el montaje también llamó la atención de las personas que acudieron a la plaza del Rey, pues este año se ha querido hacer un guiño a la celebración de Cádiz y a la Constitución de 1812, por lo que en el escenario había una replica de la estatua de La Pepa de Cádiz, con las dos torres por las que se reconoce a la Iglesia Mayor a sus pies, y todo ello escoltado por dos grandes escudos de la ciudad de San Fernando. Sin olvidar el busto de Camarón.

La mujer, protagonista

Este año la nueva Salinera Mayor será Lorena Prián, una joven de 27 años licenciada en Historia y con un máster en Estudios Hispánicos. Ella se encargará de representar a la mujer isleña no solo durante esta feria sino todo el año y por toda la Bahía. Una vez finalizó el acto la atención se marchó del atrio del Ayuntamiento para focalizarse ya en el recinto ferial. Esta edición de nuevo no cuenta con portada, aunque sí con las figuras del salinero y la salinera que ya la sustituyeron hace dos años.

Casetas que dieron la bienvenida y atracciones llenas de pequeños intentando convencer a sus padres de que se rasquen el bolsillo en tiempo de crisis. Palabra que volverá a sonar durante la Feria y que estará muy presente. De hecho tanto caseteros, como comerciantes y feriantes temen que los beneficios caigan en picado este año.

Y ya para hoy hay una jornada muy especial, aquella en la que la feria reivindica su nombre de mujer y en la que miles de isleñas deciden hacer suyo el recinto de la Magdalena. Como en otros años las charangas, las degustaciones y las ofertas para ellas invadirán las calles, mientras los maridos se quedan en casa. Al menos hasta la noche, en que el ambiente volverá a ser más familiar, una vez que el sol deje de ser una amenaza. Porque la Feria se vive bajo la luz de la luna.