La plantilla de Polanco estuvo en todo momento vigilada. :: J. M. A.
CONFLICTO LABORAL

La plantilla de Polanco lleva su protesta ante la casa del dueño de la empresa

Los trabajadores, tras meses sin cobrar, se movilizarán mañana en el juzgado que tramita el proceso concursal de la firma

CHICLANA Actualizado: Guardar
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Ya no saben qué hacer. Están desesperados, y ayer por la mañana, en una medida a la contra y sin programar, decidieron trasladar sus protestas al domicilio particular de Juan Polanco, el dueño de la empresa.

La plantilla de la firma maderera chiclanera Maderas Polanco acumula varios meses sin cobrar, y de momento siguen sin saber nada del resultado del proceso concursal en el que están inmersos.

Según explicaron ayer a LA VOZ algunos de sus representantes, la situación es «límite» para algunos de los empleados que no reciben su sueldo, y por tanto, en los próximos días tienen previsto intensificar de nuevo sus protestas.

El siguiente paso será el de movilizarse ante el juzgado de lo Mercantil de Cádiz capital que lleva el expediente. El comité de empresa asegura que no están siendo bien tratados por los administradores concursales nombrados por la jueza, y así se lo harán saber a la magistrada en una concentración mañana a las puertas de la sala. «Ni siquiera se molestan en venir a las reuniones», asegura la plantilla.

Lo cierto es que la situación ha entrado en una especie de bucle de difícil resolución. Los empleados, aproximadamente unos 290 trabajadores, se encuentran en estos momentos en una gran mayoría en periodo de vacaciones retribuidas, «que no estamos cobrando, obviamente», lamentan.

Su protesta de ayer fue rápidamente cortada por los efectivos de Policía Local y Guardia Civil. No hubo incidentes, pero la fuerte presencia policial alrededor del domicilio de la familia Polanco logró su efecto disuasorio sobre cualquier tipo de altercado. Los empleados se limitaron a cruzar de forma continuada los pasos de peatones de la zona, provocando por momentos un atasco de tráfico.

«No queremos molestar a nadie, pero es que la situación ya es extrema», aseguraban. En los próximos días debería haber noticias sobre el futuro de una firma que tras años de superávit se ha visto abocada al cierre por una dependencia excesiva del sector de la construcción en los últimos años.