Un momento de una sesión de trabajo grupal en las instalaciones que Proyecto Hombre tiene en la calle Lealas. :: ESTEBAN
Jerez

Un Proyecto veterano que sigue creciendo

Proyecto Hombre cumple 21 años con los usuarios al alza y adaptándose a los nuevos tiemposLa institución, afectada por la crisis como todas, tiene como principal preocupación conseguir una nueva sede para mejorar la atención

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Dice una famosa canción que veinte años no es nada pero en el caso de Proyecto Hombre, dos décadas se traducen en muchas vidas reconducidas y ahora felices. La institución acaba de cumplir 21 años y los datos que manejan son la demostración de muchas cosas: que es un centro necesario, que su labor llega a un buen porcentaje de la población y que se han ido adaptando a los tiempos conforme lo han requerido las demandas de los usuarios. «Es una entidad de prestigio, conocida y reconocida», resume su presidente, Luis Bononato.

En todo este tiempo, Proyecto Hombre ha sido testigo de cómo ha evolucionado la drogadicción, de cómo estaba considerado uno de los principales problemas de la sociedad en la época de la heroína y cómo el perfil del adicto ha pasado a estar perfectamente integrado en una vida normal.

«Cuando empezamos en 1991 atendíamos a politoxicómanos, entre 29 y 31 años, ligados a la marginación. Ahora han cambiado las sustancias que se consumen, las edades y las circunstancias sociales», explica Bononato. Tanto es así que Proyecto Hombre ha ido ampliando su programas de atenciones añadiendo planes específicos para jóvenes con problemas de comportamiento con el objetivo principal de la prevención, planes para adultos con problemas para la cocaína, el alcohol y la ludopatía y para presos drogodependientes, entre otros.

«Nuestros números siguen creciendo», asegura Bononato, que compara las cifras de 2011 con solo las de cuatro años atrás. Uno de los aumentos más notables se detecta en los programas de Proyecto Joven y Reforma Juvenil: de 90 atendidos en 2007 a 149. O en Protección de Menores, con 25 usuarios en 2011 frente a los solo dos de hace cuatro años (en 2008 firmaron un convenio con la administración para el tutelaje).

«El perfil ha cambiado radicalmente pero ahora atendemos a más personas que en el auge de la heroína», continuó el responsable de la entidad jerezana. Las cifras crecen aunque la sociedad en general dice estar menos preocupada por la drogadicción (está en el puesto 14): «No es un problema que se vea tanto como antes», apostilla Bononato.

La diversificación no impide, no obstante, que el número de usuarios del programa base (politoxicómanos) siga al alza aunque ligeramente: 183 atendidos en 2011 frente a los 171 de 2007.

Las consecuencias de la crisis

Como a otros muchos colectivos, la difícil coyuntura económica repercute en Proyecto Hombre. De momento, como explica Bononato, «los presupuestos están equilibrados y estamos pendientes de la evolución. Han disminuido las aportaciones de empresas y entidades bancarias». La inseguridad que sienten los responsables de la institución es lógica teniendo en cuenta que «en otras comunidades autónomas se han reducido convenios y que en Andalucía se han cerrado programas e incluso ha habido EREs».

Al margen de la cuestión económica, en Proyecto Hombre andan preocupados por la necesidad de mejorar la atención que prestan actualmente con un nuevo edificio. La casa de la calle Lealas padece goteras y humedades y en el local de la plaza Carrizosa «hemos tenido bajas por la sensación de agobio, porque es cierto que allí no cabe más gente». Tienen claro que «podríamos atender a más personas si tuviéramos un lugar con mejores condiciones».

La institución tiene cedido un solar para la construcción de un edificio pero «la bajada de ingresos no aconseja que empecemos ahora una obra de esa importancia», piensa el responsable.