El promotor de la empresa la presentó hace año y medio junto a la exalcaldesa y el responsable de CC OO. :: LA VOZ
Jerez

Una inversión que se cierra puertas

El proyecto, que se vendió como salvación para la plantilla, está parado tras no conceder el Gobierno una ayuda de más de dos millones Ecopuertas, que iba a recolocar a 40 exempleados de Vicasa, cae en el olvido dos años después

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Tras el sonoro portazo hace más de dos años de la multinacional Saint Gobain-Vicasa, propietario del último vestigio industrial de relieve que quedaba en la ciudad, las esperanzas de alrededor de 40 exempleados eventuales de la factoría estaban puestas, precisamente, en una fábrica de puertas. Tras el cerrojazo del centro de producción de vidrio, los sindicatos negociaron con administraciones y empresas la recolocación de estas decenas de trabajadores y, poco después, Carpintería Pérez y Fuentes formalizaba ante la entonces alcaldesa, Pilar Sánchez, su inversión en la Ciudad del Transporte.

La recolocación de estos extrabajadores de Vicasa, ahora cada vez más en el aire, parecía una realidad tangible cuando en mayo de 2010, hace ahora año y medio, se anunciaba la creación de la empresa Puertas Jerez, mediante una inversión de más de ocho millones de euros y la generación de entre 35 y 40 puestos de trabajo. La previsión de la nueva industria era crear 300 puertas diarias en una parcela del polígono industrial El Portal.

Un proyecto que fue vendido a bombo y platillo por la exalcaldesa Pilar Sánchez y el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo, pero del que hoy nada se sabe sin que los sindicatos alcen la voz para denunciar esta situación, mientras los citados extrabajadores engordan en su mayoría las listas del paro.

Lo que ha sido desde entonces de esta inversión está en las hemerotecas: a comienzos de 2011, hace ahora un año, la empresa parecía decidida por otra ubicación en la Ciudad del Transporte. Con la entrada en el gobierno del PP, el proyecto seguía su camino. Los nuevos gobernantes se reunían con la empresa y le facilitaban la propuesta de suelo, así como todos los parabienes para que la actividad llegara a buen puerto.

La renuncia de Zahav a parte de sus terrenos en la Ciudad del Transporte parecía un nuevo espaldarazo a una inversión que precisaba de 25.000 metros de suelo, inscrita ya en el registro bajo el nombre de Ecopuertas S. L. Todo eran buenas noticias, de hecho el que fuera presidente del comité de Vicasa, Antonio Alba, muestra a día de hoy su perplejidad porque «el Ministerio de Industria acordara entonces conceder un préstamo a la empresa de 2,6 millones de euros y no se sabe por qué razón, luego se ha echado atrás». Es la última noticia que se tiene del proyecto: el pasado mes de octubre, la empresa informaba al Ayuntamiento de que el Ministerio no le había pagado todavía la ayuda, razón por la que el proyecto quedaba, de momento, parado.

Asimismo, y aunque no renuncia a instalarse en Jerez -El Puerto era otra de las opciones barajadas al principio-, ahora estudia varios suelos y no solo el propuesto por el Ayuntamiento, que es el que dejó libre Zahav en la Ciudad del Transporte.

Respecto al dinero con el que contaba la empresa del Ministerio de Industria, Alba explicó que se trata de un préstamo con cinco años de carencia y sin apenas interés en el periodo de devolución. Con dicha cantidad, del Plan Bahía Competitiva, se cubría el 50% del coste total del proyecto, mientras el inversor privado asumiría el otro 50%. Una cantidad que no ha llegado, lo que ha impedido que fructifique una inversión en la que hasta 40 extrabajadores de la fábrica de botellas, que ahora están en el paro, tenían puestas sus esperanzas. Se trata concretamente de exempleados eventuales, que desarrollaban su actividad en distintas subcontratas antes del cierre de Vicasa.

La marcha de Saint Gobain tras 114 años de historia de la planta es una de las noticias más tristes de la historia reciente de la ciudad. Fue un 25 de noviembre del año 2009 cuando el comité de empresa de la fábrica de botellas rubricó con la dirección de Vicasa el acuerdo por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supuso el fin de la producción de vidrio en la ciudad y el cierre de la planta.

Una despedida que solo endulzó el anuncio de una nueva inversión que se haría cargo de los eventuales, que se presentó con el bombo y platillo habituales y que, de momento, está ahuyentando las expectativas generadas. No obstante, la empresa todavía no ha cerrado la puerta a un proyecto que, eso sí, se ha diluido con el tiempo.