La Liga Árabe pide al líder de Hamás que medie ante el Gobierno de El-Asad

La llegada a Siria de los observadores de la Liga Árabe ha resultado decepcionante para quienes confiaban en su capacidad para influir en el régimen de El-Asad e incluso lograr el cese de la represión contra los movimientos opositores. Desde el primer día la presencia de la misión internacional ha estado acompañada por un recrudecimiento de la violencia, que incluso ha llegado a la capital, Damasco.

En este escenario el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, pidió ayer al líder de la milicia palestina Hamás, Jaled Meshal, residente en Damasco, que medie ante el Gobierno de Siria. Elaraby confirmó que había mantenido un encuentro con Meshal en El Cairo, durante el cual le transmitió «un mensaje para las autoridades sirias»: que es necesario trabajar «con integridad, transparencia y credibilidad para poner fin a la violencia».

Por su parte, Meshal subrayó que «desde el comienzo de la crisis», tanto Hamás como él «personalmente» habían hecho un «enorme esfuerzo» para tratar de encontrar una «solución política» en Siria. Hamás ha sido, junto con Irán, uno de los principales aliados del régimen de El-Asad en la región.

La represión contra el movimiento de oposición en Siria ha provocado desde marzo la muerte de más de 5.000 personas, según datos de la ONU. Damasco se ha comprometido con un plan propuesto por el bloque árabe para poner fin a la violencia y que consiste, entre otras cuestiones, en la retirada de las fuerzas del Gobierno de zonas pobladas.

Elaraby admitió que queda trabajo por hacer para que se cumplan los puntos del acuerdo, pero «los observadores están esforzándose para analizar la situación». «Hay trabajo», añadió, en alusión a la liberación de detenidos o el repliegue de las tropas. Además, apuntó que la labor con la que se han encontrado sobre el terreno los observadores internacionales «es mayor de lo que se les había encargado».