El señor Rosón, un jefe y un amigo

Hace ya algunos días, a través de este periódico, se comunica la jubilación de don Antonio Rosón, superintendente de la Policía Local de Cádiz. Ahora que por mi parte llevo más de un lustro también jubilado de esa institución, no puedo retraerme de expresar públicamente cuanto ha significado favorablemente este señor para mi persona. Desde que llegó a la Jefatura, siempre vi en él un sentido renovador y progresista, con mucho afán de cambiar las arcaicas estructuras que padecíamos hasta esos momentos; progresión que hoy día ya es una evidente realidad.

En todo momento supo valorar a las personas de su entorno, dignificándolas merecidamente como tales, sin tener en cuenta especialmente galones ni entorchados, sino como compañeros.

Creo sinceramente, que de los escasos buenos momentos vividos durante tantos años en este colectivo, posiblemente haya sido el mejor el haber tenido como jefe al señor Rosón, al que desde estas humildes líneas le envío un cordial abrazo.