Dos partidos

Decir que Juan Merino lleva varios encuentros haciendo equilibrios sobre el alambre ya no es ninguna noticia. De hecho, el de La Línea no para de caerse. Y si no fuera por la red concursal que amortigua una y otra vez sus tropezones ya sería historia en el Xerez Deportivo. Todo eso es una realidad.

Pero a la hora de analizar una posible destitución del todavía entrenador azulino hay que tener una visión global de la situación en la que se encuentra la sociedad anónima deportiva. Vaya por delante que lo imprescindible para la vida de la entidad es que el Xerez no pierda la categoría, pues en caso de que la sangre llegue al río la supervivencia del club correría serio peligro. En Segunda B sería prácticamente inviable cumplir con un convenio con los acreedores -que por otra parte habría que ver si se llegaría a firmar-. Por tanto, lo importante es salvar la categoría y si es necesario se cambiará de entrenador -de hecho, los administradores darán el visto bueno a la operación-.

Lo que hay que tener claro es que Jesús Rodríguez y Antonio del Puerto no tirarán ni mucho menos la casa por la ventana. Le darán a Viqueira un presupuesto mínimo con el que Emilio tendrá que volver a realizar magia y traer un técnico de un perfil similar al de Merino.

Por otra parte, yo casi descartaría a Vicente Moreno porque, para empezar, dudo que el valenciano quiera quedarse con el marrón. Y para seguir, no sería más que dar continuidad a lo que ya hay y apostar por un entrenador con aún menos experiencia que Merino.

Por todo ello, Viqueira quiere apurar al máximo y su idea es la de darle un margen de confianza de dos partidos a Merino. Las Palmas y Recre. Es más, no descarto para nada que el linense se siente en el Colombino a pesar de caer derrotado en el Estadio de Gran Canaria. Eso sí, una bochornosa derrota en territorio canario pondría punto y final a la etapa Merino.