MILENIO

FELIPE SE MOJA

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Cada día, los próceres del PP dominan mejor el lenguaje. Desde el relajado Rajoy hasta el pasional Arenas. El gran jefe del PP andaluz dixit, para sortear la expresión de la 'condena perpetua', ha utilizado la más esperanzadora de 'la prisión permanente revisable'. No ha sido el primero de los barones en utilizar cristianamente 'prisión'; ya, anteriormente, algunos destacados personajes de la doble P habían matizado que el «endurecimiento penal está enmarcado en un programa de vanguardia y sin complejos».

En cualquier caso, el explosivo Arenas, tocando madera, ha recordado, rodeado de su entusiasta militancia, que «las encuestas las carga el diablo». Posiblemente, Arenas recordó la última campaña electoral del pasado siglo, gobernando el apacible Chaves, cuando todas las encuestas le daban como vencedor; naturalmente, con mayoría absoluta. Pues, finalmente, se quedó al frente de la oposición. Fue quizás, la más dolorosa de sus diferentes derrotas. Pero Arenas no es una criatura que se dé por vencido. Pelea, empuja, golpea y se muestra encorajinado hasta el mismo momento de la apertura de las urnas. Está madurando, pues, el líder. De momento, el PP ha logrado que Felipe González se esté mojando en esta campaña, algo que no hacía el notable sevillano desde hace quince años. Y lo mismo, más o menos, el escurridizo Guerra.

Claro que en cuestiones de lenguaje en el revolotum de la burbuja electoralista es preciso estar más relajado para no alarmar a las almas más conciliadoras y tiernas. El prudente Griñán, el ilustre que mora, con su familia, en el Palacio de los Montpensier, y aunque en principio lo hemos percibido como más calmado, que ya tiene su mérito modificar el estado emocional del ilustre con la que está cayendo, ha tenido un desliz: «En las comunidades en las que gobiernan los populares el único empleo que ha crecido ha sido el de afilador». Así hablaba Zaratrusta en castellano, o un pariente cercano, que no era Griñán. Un lugareño habría dicho que «el único curro que ha crecido en Andalucía ha sido el de 'afilaó'». En fin, divisamos y contemplamos un Griñán más izquierdista y también más embelesado. Suele suceder: a la hora de escribirse la historia, sus protagonistas más notables no están ni se les espera. Terminamos: es una gloria contemplar esos mítines de los dos candidatos a presidir el Gobierno rebosantes de públicos entusiastas.