Los médicos de familia de la provincia son los que más pacientes reciben al día

Los médicos de familia atienden a una media de 205 pacientes a la semana en la provincia. Una cifra importante, que conlleva en ocasiones, problemas de saturación. La agilidad con la que se desarrollen las consultas depende de la edad de los usuarios y el tipo de afecciones, pero por lo general, no existen demasiadas diferencias de unos centros de salud a otros.

Si el cálculo se hace por día, la cuenta sale a razón de 41 por turno, según los datos recogidos en la Memoria Anual de la Consejería de Salud que se encuentra publicada en la página web de la Junta. Ese fue el balance del año pasado, que sitúa a Cádiz a la cabeza en cuanto a demanda asistencial junto a Córdoba. También los facultativos de esta provincia atienden más de cuarenta consultas al día.

Ambas se encuentran muy por encima de la media andaluza, anclada en 36,7 consultas diarias. Y ese promedio lo bajan los balances de Granada y Málaga, ambos con 33 pacientes al día; así como Jaén, que atiende a 34 y Almería, con 35.

El elevado índice gaditano no se debe a un incremento de los pacientes mayores de 65, que tienen más necesidades asistenciales. De hecho, la provincia cuenta con 166.476 habitantes en edad de ser jubilados, que suponen el 13,4% del total, mientras que en el conjunto de Andalucía esa proporción representa el 14,9%.

El Colegio de Médicos de Cádiz atribuye esta mayor carga asistencial a «un mal reparto de los profesionales». Según explica el presidente del órgano, Miguel Morgado, «mientras no se haga un ajuste de la plantilla en función de las necesidades, seguiremos sufriendo este tipo de situaciones y ahí están las cifras del propio SAS para demostrarlo».

El responsable del colegio profesional explica que hay médicos en la provincia con una frecuentación de 25 o 30 pacientes diarios y otros están muy por encima de los 40. Todo depende de la presión asistencial de cada centro y del número de profesionales. «Ya es habitual que la ratio se eleve en zonas de crecimiento de población como Jerez o Chiclana y que sea más estable en ciudades como Cádiz», señala.

Organización desigual

También denuncia ratios elevadas por profesional sanitario. El doctor Morgado indica que los facultativos gaditanos tienen cupos limitados de 1.500 pacientes, pero asegura que «la mayoría está muy por encima». Especialmente cuando no se hacen las sustituciones y hay que asumir los cupos de los compañeros ausentes por vacaciones o por bajas.

El balance anual de Salud incluye también las consultas que se atienden a domicilio, que en el caso de la provincia fueron algo más de 98.000 a lo largo del año pasado y suponen el 1,4% del total realizadas. Pero el presidente del Colegio se preguntó si se tienen en cuenta a todos aquellos que se reciben sin cita previa.

Entre los logros de los últimos años, reconoce que la receta electrónica ha aliviado a los especialistas de Familia, pero «se les ha sobrecargado con una gran cantidad de trámites burocráticos y tener que lidiar con el sistema Diraya». Según explica, «el programa informático sigue fallando y generando retrasos», lo que aumenta la saturación entre los profesional.

El presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Familia y Comunitaria (Samfyc), Manuel Lubián, hace también hincapié en el enorme volumen de consultas que se realizan en la provincia (6,79 millones). «Hacemos casi la misma cantidad que Málaga con una población menor», recalca.

El doctor Lubián, que ejerce como médico de familia en un centro de salud de San Fernando, insiste en que «es difícil saber a qué se debe ese alto grado de frecuentación». Sin embargo, reconoce que «hay una gran sobrecarga que va en aumento y muchas veces no tiene nada que ver con la población».

Mayores expectativas

Recalca el responsable de Samfyc que en los últimos años ha cambiado la percepción de los pacientes. «Tenemos menos capacidad de aguante y toleramos poco el dolor, no solo el físico, sino el psicológico». Las consultas sobre salud mental no dejan de crecer, así como las cuestiones relacionadas con hábitos de vida. Manuel Lubián pone como ejemplo la escalada de la obesidad y todo lo que lleva aparejado. «Hace quince años era impensable que los usuarios acudieran a una consulta por este tipo de problemas, pero ahora es una constante». El aumento de la esperanza de vida y los problemas del envejecimiento también copan gran parte de la atención diaria. «Todo eso hace también que aumenten las expectativas sobre la sanidad pública y los usuarios sean más exigentes», dice Lubián.

El resto de grupos profesionales de atención primaria tales como pediatras, enfermeros, trabajadores sociales y odontólogos se sitúan dentro de la media en cuanto a presión asistencial. La mayor demanda viene por parte de las mujeres, que, por lo general, acuden más al centro de salud, tal como indican los datos oficiales. También se repite en la cobertura domiciliaria.