La plantilla del transporte público lleva 46 días de huelga en ocho meses

Los trabajadores de la concesionaria del transporte público van camino de un triste récord en la ciudad. En tan solo los ocho meses que han transcurrido del año 2011, la plantilla lleva 46 días de huelga, es decir, más de mes y medio. El motivo, en la actual y en las convocatorias anteriores, es el impago de los salarios.

La cuenta empezó a correr en el mes de febrero, cuando estuvieron nueve días prestando solamente los servicios mínimos hasta que cobraron los atrasos. Poco después, entre marzo y abril, la protesta alcanzó los 14 días y la cifra ha seguido creciendo. Por último, fue el pasado 8 de agosto cuando iniciaron la tercera huelga indefinida del año y ya van 22 días (con las interrupciones de los fines de semana y los festivos). Y en todo ese tiempo las consecuencias de los paros han recaído en primer lugar, en los propios trabajadores, y segundo en los ciudadanos y comerciantes del centro, principalmente, que han visto mermada la afluencia de público en estas últimas semanas. Y lo peor puede estar aún por llegar ya que son muchas las familias que dependen del transporte público para llevar cada día a sus hijos al colegio, que comienza el próximo lunes.

De hecho, el presidente de la asociación de comerciantes Acoje, Fernando García, cifró ayer en un 50% las pérdidas que han sufrido los empresarios desde que comenzaran los paros. «Si esto sigue así, el mes de septiembre será mucho más duro que agosto».

Las consecuencias de la huelga tampoco se han hecho esperar en otros aspectos, como la aparición de taxis pirata en las paradas de autobús más céntricas de la ciudad.

Ni los más pesimistas auguraron que la huelga podría prolongarse tanto en el tiempo. La situación para los 154 trabajadores de la plantilla de Urbanos Amarillos es desesperada ya que «llevamos 70 días sin ingresar un solo céntimo en nuestras casas», indicó el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales. A pesar de las difíciles circunstancias, los trabajadores tienen muy claro que no hay vuelta atrás ya que «lo que queda es cobrar los cuatro salarios pendientes». Los atrasos corresponden a los meses de junio, julio y agosto, además de la extra de verano.

Sin fecha concreta

El delegado de Impulso Económico, Francisco Cáliz, dio ayer algunas pistas sobre las intenciones del Ayuntamiento. Dijo que «posiblemente» será otra empresa «estable» la que se haga cargo de la concesión y argumentó que «esas grandes empresas tienen sus sedes en Madrid y Barcelona». Se refirió en los mismos términos a la pregunta de cuándo llegará por fin la solución al enquistado conflicto del transporte público: «Puede que sea la semana que viene pero no lo sabemos», dijo con un gesto de resignación. Lo que sí está claro, a juicio de Cáliz, es que el problema «es prioritario para la alcaldesa y para este Ayuntamiento y por eso estamos trabajando en ello tanto en Jerez como fuera».

La propia María José García-Pelayo ya adelantó hace unos días que dos delegados municipales-Javier Durá y Enrique Espinosa- se habían desplazado a Madrid para negociar con otras empresas del sector. También se pronunció respecto a otras alternativas, como la municipalización del servicio, a la que calificó de demasiado costosa para la crítica situación en la que se encuentran las arcas municipales desde hace tiempo.