ESPAÑA

Los jóvenes viven ajenos a la fe y desertan de los templos

Los expertos aprecian un ligero repunte de la religiosidad entre las nuevas generaciones, achacable a los nuevos movimientos

BILBAO. Actualizado: Guardar
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El diagnóstico sobre la religiosidad de la juventud española no puede ser más desalentador para la jerarquía eclesial: solo seis de cada cien jóvenes cumplen razonablemente con el precepto de la misa dominical. Hace cinco años, eran el doble. Con todo, la Iglesia se aferra a una luz de esperanza al final del largo túnel ya que, por primera vez en décadas, los menores de 25 años parecen algo más dispuestos a formar parte activa de la comunidad cristiana que sus hermanos mayores. Solo un grupo muy pequeño y muy militante se hace ver en actos públicos y protagonizará, sin duda, los encuentros de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

La identificación con el catolicismo desciende a gran velocidad entre los jóvenes. El barómetro del CIS recoge una caída de casi seis puntos desde 2005 en la franja de edad de 18 a 34 años. Aun así, seis de cada diez se definen como católicos. Y es ahí donde la jerarquía de la Iglesia ve quizá no tanto un cambio de tendencia como al menos una estabilización. Si de forma constante desde el final del franquismo cada generación se sentía algo menos católica que la anterior, ahora se detecta un ligero repunte, de manera que esa identificación es algo mayor entre los jóvenes de 18 a 24 años que entre los de 25 a 34.

¿Cómo interpretarlo? Los especialistas apuntan en una doble dirección: por un lado, se debe a la llegada de inmigrantes en muchos casos procedentes de países donde la vinculación con el catolicismo y la Iglesia es mucho más profunda, como sugiere María Jesús Funes, autora del capítulo correspondiente del último Informe de Injuve sobre la juventud española; por otro, está «el auge de los nuevos movimientos religiosos, de carácter tradicional», explica el sociólogo Javier Elzo, responsable de los informes sobre jóvenes y valores en España en las últimas décadas.

Cantera de sacerdotes

Nuevos movimientos que se reflejan en las cifras. Los diferentes estudios del Instituto de la Juventud (Injuve) hablan de que entre un 1,5% y un 2% de la población juvenil pertenece o simpatiza con estos grupos: Camino Neocatecumenal y Comunión y Liberación, sobre todo, aunque también Focolares, Verbum Dei, Opus Dei y otros. Ahí estaría la cantera no solo de futuros católicos practicantes, sino también de sacerdotes.

Sin embargo, la fuerza de esos grupos y su capacidad para hacerse visibles en encuentros como la JMJ no sirve para llenar los templos cada domingo. El número de misas dominicales se ha reducido en casi todas las parroquias de España. Con el problema añadido de la elevadísima edad media de los participantes en la celebración.

En realidad, los jóvenes son casi una rareza en los templos. Lógico si se tiene en cuenta que, de nuevo según el barómetro del CIS, ocho de cada diez aseguran no entrar nunca o casi nunca en uno de ellos si se exceptúan ceremonias a las que asisten por razones más bien de índole social. Este desapego se explica por una parte porque estos jóvenes son hijos de la generación que, en muchos casos para disgusto de su familia, empezó a alejarse de los ritos y los preceptos católicos.

Además, el número de jóvenes que creen en Dios no es bajo. El 53% según un informe de la Fundación Santa María. Prácticamente dobla el volumen de quienes están convencidos de la resurrección de Jesucristo o de la existencia de otra vida tras la muerte. Es también muy superior al de quienes piensan que la reencarnación es un hecho. La confusión de muchos jóvenes respecto de los contenidos doctrinales del catolicismo se comprueba con el dato de que solo el 31% piensa que Jesús es Dios.

El distanciamiento para con la Iglesia derivado de la convicción de que la fe se puede vivir lejos de las instituciones explica también en parte por qué la confianza de los jóvenes en la misma está por los suelos. En una tabla de 0 a 10, la media que la Iglesia obtiene es de 2,75 para el conjunto de las dos generaciones diferenciadas por el CIS. Solo los partidos políticos están en una media similar. La monarquía, los jueces, los medios de comunicación y las fuerzas armadas, por citar solo algunos ejemplos, gozan de mucha más confianza por parte de los jóvenes.

Sin embargo, los analistas creen que si se 'descompusiera' el concepto 'iglesia' los resultados sería muy distintos. Así, por ejemplo, en distintos estudios Cáritas aparece como una entidad muy respetada y en cambio los obispos, considerados en su conjunto, obtienen una calificación extraordinariamente baja. «Eso se debe a que la jerarquía eclesial es vista por los jóvenes como rígida y abonada al 'no'. Es una jerarquía que se opone a todo, lo mismo la experimentación con células madre que al sexo sin afán reproductor», explica Elzo.