La muerte no es el final

Le quedaba un año de legislatura aproximadamente, pero Guillermo Vallejo ya tenía pensado presentarse a las elecciones que le mantendrían como máxima autoridad de la cofradía de la Defensión. Un proyecto continuista que comenzó hace tres años, justo cuando Vallejo sustituyó al frente de la cofradía a José María Prieto Guinea, el hermano mayor que celebró las bodas de oro fundacionales de la cofradía. Era Vallejo un hermano mayor de consenso, querido y respetado por todos, con un estilo amable y cercano pero con una cuidada educación heredada de sus raíces familiares que le convertían en un candidato de lujo para la corporación del Martes Santo. Veían el futuro con tranquilidad gracias a este proyecto ilusionante.

Sin embargo, el repentino fallecimiento a principios de semana del máximo dirigente de la cofradía ha cambiado por completo los planes de futuro de la hermandad, que actualmente está dirigida de manera interina por Francisco Cómez Mori, teniente hermano mayor de la cofradía hasta el fallecimiento de Vallejo y un veterano cofrade de la hermandad de Capuchinos. La normativa diocesana es clara para este tipo de casos. Si la junta de gobierno ha sido elegida cargo por cargo, el teniente hermano mayor asumiría hasta el final de mandato la dirección de la corporación, pero, si como es el caso de la hermandad de la Defensión, la junta de gobierno fue elegida por el hermano mayor una vez elegido en cabildo de hermanos, el teniente hermano mayor asumirá de manera interina la dirección de la corporación mientras se convoca cabildo extraordinario de elecciones. Pese a que la cofradía de la Defensión agotará su mandato el año que viene, la normativa es meridianamente clara, y la junta de gobierno de la Defensión tiene un plazo máximo de cuatro meses para convocar cabildo general extraordinario de elecciones, de acuerdo con los propios estatutos.

La situación requiere por tanto de cierta tranquilidad y consenso en la hermandad de la Defensión, puesto que el nivel adquirido por esta cofradía en los últimos años requiere de unas condiciones muy específicas para optar al puesto de máximo dirigente del organismo. Las relaciones con las altas instancias eclesiásticas, más que probadas con altos cargos de la Conferencia Episcopal Española, así como los estrechos contactos con la cúpula del estamento militar español obligan a buscar una persona que tenga disponibilidad absoluta para desplazarse fuera de la ciudad y facilidad en el trato personal, cualidades indispensables para optar al cargo de hermano mayor de la cofradía del Martes Santo. Cuatro meses es el plazo máximo. Cuatro meses para encontrar una persona que sustituya a Guillermo Vallejo al frente de la hermandad de la Defensión.