Inamovible Merkel

La canciller Angela Merkel ha anunciado que acudirá mañana a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, aunque ha enfriado convenientemente las expectativas. Que nadie espere «un paso espectacular» ha dicho la mandataria alemana, a pesar de que otros países, España entre ellos, piensan que en esta ocasión debe acordarse el segundo rescate griego para tranquilizar definitivamente a los mercados. La inamovible postura de Merkel, sin duda egoísta, resulta sin embargo inteligible: sus electores conservadores no aprobarían que la deuda griega terminara siendo enjugada por el sector público europeo, del que Alemania representa un importante porcentaje. De ahí su insistencia en endosar al sector financiero privado una parte de la carga, en forma de quita sustancial, en contra de la opinión del BCE. Sin embargo, esta situación podría ser considerada como quiebra -'default'-- por las agencias de 'rating' y provocar un efecto dominó que alcanzaría de inmediato a países periféricos como España, pero que también tendría graves consecuencias para toda la zona euro, incluida Alemania. Se trata de buscar soluciones y no de atornillarse en posturas de las que luego no haya tiempo de corregir.