EL MOMENTO DE LA CRÍTICA

Alo largo de la temporada actual -de idéntica forma que en las anteriores- los directivos, los técnicos y los futbolistas, cada vez que el equipo amarillo daba muestras de su incapacidad para alcanzar los objetivos propuestos en el proyecto inicial, al unísono repetían que el momento adecuado para hacer las críticas, para analizar los errores y para señalar a los culpables de los fracasos sería durante el mes de junio. Ahora, igual que en ocasiones anteriores, unos callan, otros se quejan de las adversas circunstancias y otros prefieren escaparse a lugares más propicios. Mucho nos tememos que, una vez más, se inicien las gestiones de planificación y de fichajes para la próxima temporada demasiado tarde y de forma precipitada. A mi juicio, el tiempo que determinará el funcionamiento correcto de la Liga que se avecina es este mes en el que, mientras los jugadores descansan, la directiva y, sobre todo, el equipo técnico coordinado por Suárez y Jose han de trabajar con el fin de adaptar la plantilla a las posibilidades económicas y a las exigencias deportivas de la Segunda División B. El tino con el que culminen estas gestiones preparatorias determinará la eficacia de los trabajos técnicos -físicos, estratégicos y psicológicos- que los demás miembros de la plantilla de profesionales desarrollarán durante la dura y compleja temporada que se avecina. Es cierto que hay que reforzar el equipo pero, a condición de no desequilibrar el presupuesto ni desnivelar ninguna de sus líneas. Ojalá que, en esta ocasión, se acierte con los fichajes de las piezas que encajen y que mejoren el funcionamiento de este «equipo de precisión», de esta máquina humana de hacer fútbol, de esta compleja empresa económica y deportiva. El periodo de vacaciones también es un momento decisivo. Ojalá que, otra vez más, no se llegue demasiado tarde. Como se pare la máquina durante este mes, se estarán poniendo las condiciones para un nuevo fracaso.