Un sistema con el que el papel puede salir favorecido

Podía hacer temer a las librerías, pero en realidad puede convertirse en un aliado. La digitalización de contenidos tiene sus beneficios para el papel. Entre otras cosas, por eso que llaman edición bajo demanda. Una fórmula que permite imprimir a la carta, o lo que es lo mismo, en función del interés del lector. La clave está en los archivos digitales que abren un amplio catálogo de opciones: por un lado, permiten pedir a la imprenta un determinado número de ejemplares para ofrecer a las librerías; por otro, hacer un ebook; y por último, ante las dudas sobre el comportamiento de las ventas, posibilita el pedido en función de la demanda. Como advierte el librero Jesús Otaola, este sistema facilita la edición «tanto de un solo libro como de cien». Eso le lleva a pensar que será una ayuda para vender más libros impresos. «Antes había que hacer una mínima edición para sufragar costes y si se agotaba un libro, esperar a que se hiciera otra, ahora no», observa el librero de Proteo, donde casi 80.000 títulos pueden servirse ya bajo demanda.