LOS VERSOS

Un pregón estructurado y estudiado

Apenas cincuenta minutos, tiempo más que suficiente para pregonar que el Rocío es la Virgen. El pregonero comenzó con un saludo precioso a la Virgen y una defensa a ultranza de Jerez y de su devoción rociera, para luego defender que el Rocío podría prescindir de todo, absolutamente de todo, menos de la Virgen, y del compromiso que como jerezanos adquirimos cuando el morado se apodera de nuestro pecho. Tras esto, un romance precioso sobre el camino de Jerez, sin duda uno de los más hermosos. Comenzó sin duda tras esto la parte más personal del pregón, la que habló de las ausencias y de sus amigos, de sus vivencias personales, y terminó agradeciendo a todos el ser rociero, y despidiéndose de la Virgen hasta que la vea, dos minutos, en Jerez el próximo Lunes de Pentecostés.