Una limonera del archivo del Real Club de Enganches de Andalucía. :: L. V.
Jerez

«Estamos relanzando ciertas profesiones que se perdían»

El Real Club de Enganches de Andalucía se prepara para recoger, el sábado en Sementales, el Caballo de Oro 2010

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tiene alrededor de 700 socios y, entre ellos, llaman la atención jerezanos como Ana María Domecq, Fermín Bohórquez, Blanca Domecq e instituciones de la ciudad como la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre o la Yeguada del Hierro del Bocado. El Real Club de Enganches de Andalucía (RCEA) apenas llega a los 25 años de existencia pero ya se ha hecho acreedor al Caballo de Oro que, en su edición 2010, el Ayuntamiento pondrá en manos de su presidente, Jesús Contreras, el sábado próximo.

«Teniendo en cuenta que puede decirse que es el reconocimiento más importante a la labor hípica realizada en toda España, ha sido un verdadero placer y un honor recibir ese galardón de la ciudad de Jerez», reconoce el vicepresidente, Juan José Morales. «La intención ha sido siempre promocionar el enganche, que en aquella época parecía que podía ir perdiéndose un poco», explica. La parcela deportiva, el enganche de tradición y el ámbito cultural enmarcan la acción del RCEA.

El carácter pionero de Jerez

Aquello que la ciudad reconoce galardonando al Club es, con todo, el resultado de una parcela en la que Jerez es pionera. «Ya antes de que fuera fundado el Real Club de Enganches de Andalucía Jerez fue pionero, alla por 1980, en la creación del Concurso Completo de Enganches», apunta Morales, que recuerda que «a partir de ahí los futuros socios comenzamos a colaborar como jueces y como participantes en esos acontecimientos».

Luego llegarían los Juegos Ecuestres Mundiales que Jerez acogió en 2002 y su colaboración con la Federación Hípica Española y la organización. «También promocionamos lo que llamamos la Pista Cerrada». Es un concurso de un solo día para promocionar a gente joven que quieran enganchar de esta forma deportiva.

Pero son los de tradición los que, por tratarse de aquellos que se disfrutan en ferias o romerías, les brindan más notoriedad pública. «Además de impulsar una actividad que siempre ha sido muy importante sobre todo en Andalucía, nuestra tierra, estamos relanzando ciertas profesiones que se estaban perdiendo», llama la atención el vicepresidente del RCEA. Oficios como el de los guarnicioneros, carroceros, curtidores, cocheros, lacayos o mayorales siguen existiendo gracias a la promoción de los enganches.

«Ostentamos, al respecto de los de tradición, una vicepresidencia en la Federación Internacional de Enganches, a la que pertenecen 19 países de todo el mundo», se enorgullecen en el Club. Además, organizan exposiciones, disponen de un museo permanente de carruajes en Sevilla y colaboran con la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre.

La promoción entre los más jóvenes, la investigación histórica y otras labores por llegar completan un panorama de futuro tan fecundo como el presente, que merecía el Caballo de Oro hace tiempo aunque, como señala José Juan Morales, «es una satisfacción tenerlo ahora y, en el fondo, siempre es buen momento, creo yo».