Sociedad

LA PATRIA DE LOS DE FUERA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se les ha inventado un territorio a los miles y miles de inmigrantes indocumentados: le llaman 'espacio Schengen' y no figura en los mapas. Sus habitantes disponían de permisos temporales, pero al escasear el trabajo se ha devaluado mucho el precio del sudor, esa «blusa silenciosa y dorada». En la Unión Europea no hacen falta de momento más personas que se partan el pecho para salvar sus estómagos y es curioso que haya sido el mal llamado 'cabalieri', don Silvio Berlusconi, el que haya dado la voz de alarma. No sin cierta dosis de exageración, ha dicho que si no se logra un pacto sobre inmigración «lo mejor es separarse y que volvamos cada uno a nuestro sitio». ¿Cuál será el sitio de los que no tienen lugar? Contaba Eugenio d'Ors que un profesor de Historia antigua, experto en palafitos y cavernas, le preguntó a una joven y bella examinanda dónde vivía el hombre primitivo. Después de cierto titubeo, la agraciada criatura respondió:

- Vivía en las afueras.

En ese mismo vasto territorio siguen viviendo los 'sin papeles'.

El Gobierno de Berlusconi ha sido incapaz de gestionar la llegada de 25.000 inmigrantes, casi todos tunecinos, que aspiran a comer en la divina península y no sólo se encuentra en un callejón sin salida, sino que si la hallaran se encontrarían con un atasco de tal calibre que le impediría salir. Acuciado por las críticas, el listísimo farsante ha dicho que ni hablar del peluquín si la Unión Europea no logra un pacto.

El problema es que no cabemos todos. Somos muchos, cada uno de nuestro padre y de nuestra madre patria, y va a llegar un momento en el que no se les pueda dar de comer a todos. Los inmigrantes tienen un apetito enorme, tan colosal que no le llaman apetito, sino hambre. La avalancha norteafricana también es incontenible y hay que buscar soluciones. Si sentáramos a la mesa comunitaria a todos no cabríamos. Además después, en la hora de hacer la digestión, no querrían levantarse.