Compás de espera para alcanzar los votos necesarios y forzar la marcha

La de ayer fue solo la avanzadilla de las bodegas del Marco de Jerez en su ofensiva contra el actual presidente del Consejo Regulador. «Era una maniobra de presión para que fuera el mismo el que presentara la dimisión, por decisión propia, sin tener que llegar al espectáculo de tener que votar su cese», argumentaban ayer diversas fuentes del sector consultadas respecto a lo ocurrido en la sesión plenaria.

Ahora queda por ver cuándo y cómo se materializará el siguiente asalto para forzar la marcha del actual presidente que, con el reglamento del Consejo Regulador en la mano, obliga a que dos tercios de los vocales que se sientan en el pleno (un total de 14 de los 20) voten a favor del cese de Antonio Fernández.

En este sentido, está por ver que la patronal de las empresas del Marco, tal como afirmó ayer reiteradamente, cuente con unanimidad a la hora de votar contra el presidente, ya que éste argumenta que hay diversas bodegas que siguen dándole su apoyo.

Por si fuera poco, Fedejerez tendrá que esforzarse en conseguir más votos, porque aunque controla a 10 de los vocales del pleno (ocho propios y dos de Vinateros de Sanlúcar), aún le faltarían cuatro más, y hasta el momento los dos vocales de Nueva Rumasa y los cinco de las cooperativas (dos de Aecovi y tres independientes).

Respecto a cuándo tendrá lugar este trámite, la federación no dio pistas. Este medio trató ayer de ponerse en contacto sin éxito y recabar la opinión del director general de Fedejerez, Evaristo Babé.