Más de 2.000 personas recorren las calles contra los impagos a la plantilla municipal

Multitudinaria manifestación por las calles de Jerez que partió ayer desde las puertas del Ayuntamiento y culminó en la sede del PSOE en la calle Sevilla, algo que acabó con la unidad sin fisuras sindical y generó cierta polémica. Lo que sí fue un clamor unánime fue la protesta contra el retraso continuo en el cobro de los salarios de los trabajadores municipales, así como la reivindicación de la estabilidad de la plantilla. Como señaló el sindicato CGT tanto a través de Nieves Calvillo como de José García, «los trabajadores están en vilo desde 2007» por los continuos mensajes de la alcaldesa aludiendo a la necesidad de meter la tijera en la plantilla.

Desde el Consistorio partió la manifestación para continuar a través de la plaza del Arenal, Angustias, rotonda del Minotauro y del Catavino. Los jerezanos contemplaban atónitos como una marea humana cruzaba un puente de Nuestra Señora de la Paz desierto de coches, gracias a la labor de los agentes policiales.

Pitos, bocinas y gritos exigiendo la dimisión de la alcaldesa y el abono de los salarios del Ayuntamiento. Aunque en el caso de la nómina de febrero la plantilla ya ha cobrado la mayor parte, el asunto ha tomado ya dimensiones casi catastróficas para los trabajadores, tras más de un año sufriendo retrasos todos los meses.

La manifestación se animó especialmente cuando llegó a la calle Sevilla, donde la música de una agrupación acabó fundiéndose con el ruido atronador de la protesta. Al final, frente a la sede del PSOE en la calle Sevilla, José García (CGT) calificó de «éxito» la manifestación, como una forma de «contestación» al gobierno municipal liderado por Pilar Sánchez.

La Agrupación de Técnicos Municipales de Jerez (ATMJ) denunció la situación por la que atraviesa la plantilla y reclamó estabilidad, mientras que los empleados de Onda Jerez lamentaron una vez más estar «a la cola» en el pago de los salarios, ya que ni siquiera han recibido los últimos 500 euros.

A partir de ahora, los dirigentes sindicales aseguran que habrá más protestas hasta que haya una solución definitiva. La pasada semana, la situación llegó a su punto álgido cuando alrededor de un millar de trabajadores invadieron el Consistorio por el retraso en el pago del salario de febrero.