CÁDIZ

Aprehenden 77 kilos de hachís de un vehículo que desembarcó en el puerto

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No pasó el filtro de los perros. Los sabuesos, adiestrados en la detección de estupefacientes, son un arma infalible para los cuerpos policiales. Son unos canes capaces de marcar la existencia de droga en lugares donde ya no están los estupefacientes, pero sí los guardaron en su día, dejando así un rastro olfativo que no pasa desapercibidos para estos especialistas.

Gracias a ellos, la Guardia Civil descubrió el pasado martes una partida de hachís en un semirremolque que desembarcó en el puerto de Cádiz a primera hora. El vehículo había llegado a la dársena en el buque 'Meknes', un barco habitual en el tráfico portuario de la capital ya que cubre una línea regular entre Cádiz y Casablanca (Marruecos).

Los vehículos y pasajeros que desembarcan en el puerto son sometidos a controles arbitrarios en los que a veces participan los perros. El pasado martes el dispositivo estaba al completo y uno de ellos marcó un semirremolque nada más tocar tierra. Estos animales advierten de la existencia de droga golpeando con sus patas el lugar donde se halla el estupefaciente. En el caso de explosivos, el entrenamiento al que son sometidos es diferente y el perro se queda completamente quieto junto a lo que puede ser una posible amenaza en forma de artefacto. De esa manera impiden que el explosivo se active.

Cuando el perro avisó, el vehículo fue apartado de la cola y conducido al almacén 1, donde la Guardia Civil realiza las inspecciones en profundidad de contenedores. Allí, los agentes confirmaron que había un total de 77 kilos de polen de hachís, repartidos en dobles fondos. Al cierre de esta edición, este periódico no pudo confirmar si los agentes habían detenido al responsable de ese transporte.