El colegio La Paz, preocupado por la cesión de terrenos para la ampliación

Estupefactos se quedaron en el colegio Nuestra Señora de La Paz cuando vieron que la pasada semana llegaban los operarios al solar de la antigua cárcel para empezar las obras de las futuras instalaciones de la Policía Local. Ni la dirección del centro ni la asociación de madres y padres sabían nada y el temor se hizo un hueco en sus pensamientos: ¿Qué pasa con los terrenos prometidos para ampliar el colegio?

La palabra que define lo que sienten hoy en la comunidad educativa es «preocupación», como explicó la presidenta de la asociación, Geli Sánchez. «Al empezar los trabajos, ya estarán los planos cerrados y nadie nos dice si tendremos esos terrenos o no», dijo. Entre el espacio destinado al Centro Polivalente de Nuevas Tecnologías de las Áreas de Seguridad y Movilidad, o sea, las nuevas dependencias de la Policía Local, y el colegio hay un terreno «en el que no sabemos lo que va».

«Hemos sido personas muy pacientes y respetuosas con los tiempos y los procesos, no hemos querido presionar. pero parece que este lenguaje no vale, no sirve; mucho prometer, prometer, prometer. y luego nada», lamentaron ayer desde el colectivo. Ante esta situación, la asociación ha decidido empezar a moverse «por los niños que hoy están en el colegio y por los que vendrán». Su intención es acudir a todas las administraciones competentes, pedir explicaciones y organizar una asamblea informativa en la que recabar el apoyo de todas las familias del colegio y de otros colectivos del barrio. «Es hora de que todas esas promesas se conviertan en realidad. Realmente no pedimos mucho, solo un trozo de terreno con el que poder tener un patio más digno donde nuestros niños puedan jugar, disfrutar, practicar deporte o incluso un trozo de terreno en el que poder ampliar el colegio; sabemos que nuestra zona cada vez está creciendo más, aumenta la ratio de las aulas... ésta y podría ser una solución para todos», reclamaron desde la AMPA.

La sensación que se palpa entre los padres es la de la desilusión porque «teníamos unas perspectivas positivas y ahora no sabemos nada», insistió Sánchez. El colectivo recogió miles de firmas para apoyar el derribo de la vieja cárcel, una indeseada vecina que ha perjudicado la imagen del colegio y que, dado su abandono, era urgente hacer desaparecer. Este pasado verano se acabó por fin esa convivencia obligada y no solo empezaban a quitarse en este centro de Infantil y Primaria la imagen del «colegio de la cárcel» sino que además se abría un nuevo horizonte con una posible ampliación. Pocos meses después, esa alegría se ha tornado en incertidumbre y ahora esperan a que las administraciones les den una respuesta a su petición.

Hay que recordar que los terrenos del antiguo penal de La Asunción fueron cedidos por el Ministerio del Interior al Ayuntamiento de Jerez para la construcción de la jefatura local y de la Comisaría de la Policía Nacional acabando así con el peligro que suponía el edificio ruinoso.