El testigo declaró ayer . :: EP
ANDALUCÍA

Un testigo vio a la familia Del Valle con el carrito de la compra en el que iba Mariluz

Un taxista declara que los hermanos acusados introducían en un coche el carrito en el que transportaban a la niña

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Un taxista que testificó ayer en la segunda sesión del juicio del caso de Mari Luz en la Audiencia de Huelva, junto a nueve testigos más, aseguró que vio sobre las 18,00 horas a los hermanos del Valle, Santiago y Rosa, presuntos autores de la muerte de la pequeña, en presencia de Isabel García, mujer de Santiago, metiendo en el maletero un carrito de la compra «color caqui, tirando a marrón y con las ruedas blancas» en la Avenida de las Flores, en la barriada de El Torrejón.

En su declaración, este testigo señaló que pasó por El Torrejón en varias ocasiones el 13 de enero y una de ellas vio un coche aparcado en la puerta de la casa de Santiago y que éste «salió del portal con un carrito de la compra a pulso; fue a introducirlo en el maletero pegando voces y su hermana lo ayudó, entonces lo cogieron entre los dos porque él sólo no podía».

El fiscal del caso, Alfredo Flores, se sorprendió porque en su primera declaración a la policía este testigo no pudo asegurar que estas personas eran Rosa, Santiago e Isabel, no obstante, el taxista matizó que la policía «le tomaría mal las declaraciones» y dejó claro estar seguro de que eran ellos «los que estaban metiendo el carrito en el maletero».

A su vez, señaló que le llamó la atención «la poca gente que había, un coche de alta gama y una furgoneta, como si estuviera haciendo una mudanza». Del mismo modo, matizó que vio a «una mujer rubia asomada a la ventana, que supuestamente es Isabel García», observando la supuesta mudanza.

Este testigo indicó que conoció a estas personas porque días antes, concretamente el día de Reyes, los montó en el taxi en la parada de Hipercor y se quedó con los rostros de los tres porque eran «muy peculiares».

El taxista señaló que ese día empezó a trabajar sobre las 16,30 horas, llegó al Torrejón y le sorprendió que «no había nadie, muy poco movimiento de personas». Tras ello, volvió a pasar sobre las 18,00 horas que fue cuando vio, según ha asegurado, a Santiago salir del portal con un carrito de la compra, y ya sobre las 19,00 horas, «vio mucho movimiento como si estuvieran buscando algo» y al día siguiente se enteró de que había desaparecido una niña.

Este taxista, según dijo, no contó nada de que vio a estas personas cogiendo el carrito de la compra hasta el 22 de mayo de 2008, que lo cuenta ante la Policía Nacional, ya que al principio «no le dio importancia a estos hechos», pero cuando se enteró por la prensa de que posiblemente Santiago había transportado el cuerpo de Mari Luz en un carrito de la compra, dice que «ató cabos».

Por otro lado, la profesora de Informática del ciclo de formación de Comercio en el que se matriculó Santiago del Valle en octubre de 2007 en el colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús, donde estudiaba Mari Luz, aseguró que Del Valle tenía un comportamiento «inapropiado» con las niñas de su clase con edades de 16 ó 18 años, ya que «hablaba de sexo» con estas menores.