Multas por dar de comer a los gatos

Desde el Ayuntamiento de Cádiz se prohíbe dar comida a los gatos de la colonia de Campo Sur y se sancionará a los alimentadores con importante multas

Si esta información (recibida hace un tiempo), es cierta, me parece incomprensible que un Ayuntamiento democrático pueda adoptar medidas como ésta. No sé si alguien habrá pensado que muchos de estos gatos, seres vivos que sienten y padecen, han sido abandonados; es decir, están en la calle por la falta de responsabilidad de sus dueños y, probablemente, por incumplimiento de la ley de protección a los animales. Son animales que además de sufrir las calamidades propias de los que han nacido en la calle: hambre, sed, enfermedades y atropellos que muchas veces les causa una muerte lenta y cruel, también sufren el desamparo de no saber cómo sobrevivir fuera del hogar que los ha rechazado.

Uno de los ratios por los que se mide el nivel socioeconómico y cultural de una población es el bienestar de sus animales. Las medidas que toman los ayuntamientos con desarrollo socioeconómico y cultural son, entre otras: la educación/concienciación de la población (los gatos de las colonias de las ciudades no trasmiten enfermedades), la esterilización, los centros de acogida protectoras desde donde, junto con el Ayuntamiento, se incentivan las adopciones, la obligatoriedad de registrar/chipar a los animales, el establecimiento y control de colonias de gatos en la ciudad con otorgamiento de carnet de alimentador a los voluntarios, las campañas y sanciones contra el abandono y maltrato de animales, etc. Si por algún motivo, normalmente enfermedad grave, se ha de sacrificar, se hace de manera que el animal no sufra. Estas medidas no han de ser obviadas en este momento de crisis.

Las protectoras refugios de animales, subvencionadas con dinero público, no deben ser gestionadas por particulares para los que los animales sean un negocio y donde las condiciones de estos animales puedan ser deplorables e inadmisibles (Es Rotaguau un triste ejemplo?). Estos centros deberán ser gestionados por entidades públicas apoyadas por animalistas, si no hay otra posibilidad que la de ser gestionadas por particulares, se deberá inspeccionar que las condiciones de vida de los animales acogidos en estos centros fueran las adecuadas.

Hace unos días la buena noticia (pendiente de confirmación) de que un animalista juzgado por alimentar gatos en el Campo Sur ha sido absuelto. Espero que esta acertada sentencia judicial sirva para cambiar la equivocada decisión de prohibir dar de comer a los gatos de la calle, tomada desde el Ayuntamiento de Cádiz.