La renovación de Pep Guardiola por el Barça, otra vez con suspense

Se repite la historia. Pep Guardiola vuelve a cumplir años en el Barça envuelto en un halo de misterio sobre su renovación. La coincidencia de su 40 aniversario con la rueda de prensa previa al encuentro ante el Betis en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey propició que los medios de comunicación quisieran arrancarle un compromiso de continuidad. Pero ni el ambiente distendido en un día tan especial para el técnico ni la insistencia periodística obraron el 'milagro'.

Aunque acaba su contrato el 30 de junio, se mantiene la incertidumbre. Quizás por unos días, quién sabe si hasta julio, como sucedió tras la pasada temporada. «Queda mucho tiempo de contrato, dejarme trabajar con tranquilidad. Nunca dejaré tirado al club en ningún sentido, eso lo saben. Desde Laporta y hasta ahora el club es sólido, la estabilidad es lo más importante. El club hace el esfuerzo para renovar a los jugadores. Con calma todo se va a arreglar», explicó Guardiola, intentando transmitir tranquilidad.

Hace un año, el 39 aniversario de Pep coincidió con un concierto en el Palau de la Música de uno de sus grupos musicales favoritos, Manel. Más de 2.000 personas le cantaron el cumpleaños feliz y le pidieron que se quedara. Pocos días después, todavía con Joan Laporta, se anunció una especie de renovación verbal con la finalidad de tapar un culebrón que lo siguió siendo, pues hasta el mes de julio, una vez culminado el proceso electoral y el cambio de poder, no hubo firma, ya con Sandro Rosell en la presidencia. El club confía en que ahora, sin elecciones de por medio, no haya que esperar tanto, pero tampoco espera un acuerdo rápido.

Así lo reconoció ayer Toni Freixa, portavoz de la junta directiva: «Tenemos que dejar trabajar a nuestro entrenador con tranquilidad. El acuerdo de su renovación es factible que se haga como el año pasado, cuando renovó en julio, y no creo que se firme en breve. Llegará el momento de que hablemos».

Al margen de su renovación, Guardiola avisó que el Betis-Barça no es un partido para descansar pese al 5-0 de la ida. «No es partido para descansar, ni descargar nada. Es un partido para cargar, competir bien e ir a ganar», apuntó, recordando lo engañoso del resultado de la ida en el Camp Nou, donde el Betis plantó cara y tuvo ocasiones: «Con otro rival habría citado a gente del filial, ante el Betis no. Después del primer partido tenemos que ser muy cuidadosos y tener mucha atención porque tienen argumentos sólidos para causar problemas».

Pep sólo ha dejado en Barcelona al lesionado Alves (10 días de baja) y al tocado Puyol (molestias en una rodilla). Messi, recuperado de su fiebre, sí estará en el Benito Villamarín. En el Betis, Pepe Mel garantiza la voluntad de su equipo de «hacer un partido digno y de divertir a la afición porque saldremos a tutearle, como en la ida».