gerente de Santa Clara,

«No haremos de Montenmedio un segundo Benidorm»

La nueva propiedad del complejo turístico de La Janda asegura que respetará el entorno natural y «la visión de Antonio Blázquez»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Casi el 80% del complejo turístico de Montenmedio ha cambiado de manos. De las de su fundador, Antonio Blázquez, ha pasado a las del grupo inmobiliario Santa Clara, como adelantó ayer este periódico. La crisis en la demanda turística (especialmente en el sector del golf) y la Ciudad del Caballo, para la que necesitaba 200 millones de euros de inversión, han sido las principales causas para que el fundador haya recurrido a este inversor para saldar las deudas. Ahora, este cambio de titularidad reaviva todas las incógnitas sobre el futuro del 'macroproyecto' de ampliación de Blázquez.

Este ambicioso complejo incluía, en el dibujo que hizo Blázquez a mediados de los noventa, tres hoteles, apartamentos, un campo de golf y otro de polo, entre otras instalaciones. El gerente de Santa Clara, Fernando Martínez, explicó que dicha planificación queda relegada al plazo medio, «pero de ninguna manera haremos en Montenmedio un segundo Benidorm». En el caso de que hoy mismo comenzase a gestionarse la documentación (algo que desde Santa Clara aseguran que no urge), pasarían cuatro años antes de que se pusiera un nuevo ladrillo en el complejo de La Janda.

Martínez manifestó que quiere mantener el «espíritu que Antonio Blázquez le dio al proyecto». Pero quiso explicar que el campo de golf, dibujado en el primer boceto, «tendrá que replantearse» vistas las dificultades económicas que atraviesan estas instalaciones deportivas.

El sector, en apuros

La noticia del traspaso de propiedad de Montenmedio sorprendió ayer a buena parte del sector del golf aunque entraba dentro de las posibilidades, puesto que -como apuntó en su día el director de Sherry Golf, Emilio Lustau-, «todos los campos de golf de Cádiz están en venta». «Al menos Blázquez ha encontrado un inversor que sustente su proyecto», apuntó uno de los directores de campo de la provincia, ya que en estos momentos todas las instalaciones de la provincia están pasando apuros para sobrevivir a esta falta de demanda de juego. Los negocios que están apostando más por el juego de los vecinos de las localidad y por vender las bondades de las instalaciones complementarias, como restaurantes y cafeterías, están resistiendo mejor esta crisis.

Pero no solo las dificultades económicas han propiciado este cambio de propiedad, voces cercanas a la administración pública apuntaron que las denuncias de los ecologistas no le han hecho ningún favor a la empresa de Blázquez. «Si el proyecto hubiera seguido su curso, sin interrupciones, habría obtenido financiación antes de la crisis y ya estaría en marcha», sentenció un responsable político. Quizá éste era el propósito de los grupos proteccionistas Agaden y Ecologistas en Acción, pero parece arriesgado atribuirles tanta responsabilidad.