PP y PSOE se acusan mutuamente de degradar la política gaditana

Por fin hay algo en lo que los grupos municipales del PP y del PSOE se ponen de acuerdo, y es que tanto como unos como otros coinciden en describir la vida política de la ciudad como «degradada» o «de bajo nivel», eso sí, también coinciden en echar la culpa de ello al partido contrario.

La primera piedra la lanzó ayer el secretario local de los socialistas, Federico Pérez Peralta, que describió la actitud de Teófila Martínez en el último pleno como «una mezcla entre Sarah Palin y Belén Esteban, con un discurso ultramontano y ordinario». El socialista considera «preocupante» que la virulencia del enfrentamiento entre partidos traspase la frontera del edificio municipal, «que es lo que busca Teófila Martínez». Pérez Peralta se pregunta: «¿Qué pretende, que los ciudadanos insulten a los socialistas por la calle?».

El dirigente del PSOE califica la actitud en los plenos del equipo de Gobierno como «de demolición del adversario político», por lo que pidió a la alcaldesa «que se comporte como una dirigente política democrática».

Respuesta

Nada más conocer estas acusaciones, la reacción del PP estuvo a la misma altura. El portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, lamentó que el presidente local del PSOE y también concejal en el Consistorio gaditano, Federico Pérez Peralta, se dedique «a insultar, engañar y vivir exclusivamente de la política sin dar un palo al agua».

Romaní dijo que «Peralta ha demostrado mejor que nunca el bajo nivel político con el que se ha quedado el PSOE de Cádiz, representado por él y Marta Meléndez». «Nunca antes en 30 años de ayuntamientos democráticos el PSOE local y municipal tuvo tan poca calidad y nivel político», añadió.

El teniente de alcaldesa criticó que Pérez Peralta «en vez de trabajar y hacer oposición mate su tiempo insultando, haciendo comparaciones irónicas y engañando a los gaditanos en un intento vano de ganarse titulares de prensa y justificar el dinero que cada fin de mes se lleva al bolsillo». El responsable municipal considera «vergonzante que para asegurarse un carguito en la administración andaluza para cuando le echen de Cádiz tenga que recurrir a los insultos y las mentiras que ni él mismo, ni Marta Meléndez se creen».