El soldado Potter murió en 1939 en un enfrentamiento con los palestinos :: L.V.
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El soldado Harry Potter

Una pobre ciudad de Israel recibe miles de visitantes que acuden a la tumba de un militar de nombre idéntico al del joven mago

RAMLA. Actualizado: Guardar
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La tumba de un soldado británico, de nombre Harry Potter, se ha convertido en un insospechado reclamo turístico de Ramla, al sureste de Tel Aviv, una pobre ciudad israelí que aprovecha la popularidad del joven mago creado por J.K. Rowling para darse a conocer al mundo.

Fallecido en 1939 en el campo de batalla de Hebrón, a los 18 años, la vida del militar británico sepultado en esta localidad dista mucho de la del personaje de ficción, popularizado por las exitosas novelas y taquilleras películas que narran los avatares del aprendiz de brujo.

Su tumba no es fácil de encontrar en medio de las miles de lápidas del mismo tamaño, ordenadas en simétricas hileras. Solo los guardas y el personal que trabaja en la conservación del camposanto conocen su ubicación exacta, ya que en los últimos años se ha convertido en foco de atracción de turistas, curiosos y, sobre todo, seguidores del mago más famoso de todos los tiempos.

Así, no es de extrañar que el Ayuntamiento de Ramla haya incluido en su página web el cementerio como parte de sus atractivos turísticos, haciendo especial mención a la presencia del sepulcro de Harry Potter. «Todo el que viene aquí lo primero que pregunta es dónde está la tumba», desvela Amir Juri, jardinero del camposanto. Si bien no hay datos precisos de cuántos curiosos se han acercado a ella, los guías aseguran que se ha convertido en todo un filón que atrae a miles de turistas.

El supervisor regional en Israel de los cementerios militares de la Commonwealth, Paul Price, añade que la lápida «atrae a muchos visitantes extranjeros y también israelíes», aunque precisa que existen varios soldados del mismo nombre enterrados por todo el mundo.

«En memoria del soldado Harry Potter. Regimiento Worcestershire, muerto en acción en Hebrón el 22/7/1939 a los 19 años y 10 meses», reza el epitafio. Potter había nacido cerca de la ciudad de Birmingham (Reino Unido) en el seno de una familia numerosa, y su padre, David, zapatero de profesión, había servido como soldado en la Primera Guerra Mundial.

El orgullo de su familia

En enero de 1938 el joven se alistó en el primer batallón de ese regimiento, donde a los ocho meses completó su entrenamiento, llenando de orgullo a su familia. En septiembre de ese año tuvo que despedirse de los suyos al recibir órdenes para trasladarse a Palestina, entonces bajo mandato británico, a fin de aplacar la denominada 'revuelta árabe', que había adquirido serias dimensiones.

El joven soldado murió en combate en julio de 1939 en un enfrentamiento armado en la ciudad de Hebrón. Según la página web de su regimiento, tenía 18 años en el momento de su deceso, aunque en la lápida de su tumba figura que tenía 19 debido a que había mentido sobre su edad para poder enrolarse.

A diferencia de su famoso tocayo, el soldado de Birmingham no tenía varita, ni capa ni gafas, sino un cándido rostro y sencillas palabras. En una carta dirigida a su madre poco antes de morir escribía: «Espero estar en casa para Navidad. Si no es así, es por un poco de mala suerte».