La prostitución masculina también anida en Valdelagrana

«Yo tío, 24 años. Busco tío con sitio para sexo hoy por El Puerto Santa María». «Cumplo tus requisitos, pero quisiera ver fotos tuyas. Puedo enviar algunas mías y nos vamos conociendo. Si nos vale, quedamos y... ¿Tienes sitio? Un saludo». «Cordobés, 38. Puerto S. María. 30 euros. Servicio a tíos. Zona (...)». Estos son algunos de los anuncios que circulan en distintas páginas de internet. Supuestamente son de hombres que ejercen la prostitución en El Puerto, que también es el centro neurálgico de los contactos masculinos de la Bahía. A ellos también les afectará la nueva Ordenanza de Convivencia del Ayuntamiento que prohíbe el mercadeo de sexo en la vía pública sopena de enfrentarse a multas de hasta 3.000 euros.

No sólo las mujeres tienen en la zona de Valdelagrana su ámbito de actuación. También ellos se prostituyen y mantienen relaciones sexuales, aunque su modus operandi es diferente al que practican las meretrices. Mientras normalmente ellas esperan en el entorno del estadio del Cuvillo la llegada de clientes, ellos no se la juegan y quedan directamente. Según las fuentes, tanto los que se prostituyen como los que pagan por satisfacer sus deseos, suelen contactar a través de internet y llegan a un acuerdo económico previo al encuentro. Esta comunicación se realiza a través de páginas de anuncios gratuitas y en la mayoría de los casos con muy poco tiempo de antelación. Apenas unas horas o como mucho un día antes de la cita. Los dos individuos pactan las condiciones y el encuentro se produce de forma rápida y discreta.

Aunque parezca similar, esta actividad se aleja del 'crossing', que es la práctica de sexo entre hombres desconocidos, de forma fortuita y sin que medie remuneración económica. Esta actividad, que se da en la zona conocida como Coto de la Isleta, suscitó bastante polémica por las quejas de los ciudadanos que pasaban con sus vehículos por ese entorno y se topaban con escenas desagradables.

Más discreción

Pero en este caso, sí existe intercambio de sexo por dinero. Según las fuentes consultadas, el entorno en el que se desarrolla la prostitución entre hombres también es Valdelagrana. Pero a diferencia de las féminas, que se sitúan junto a la antigua Nacional IV, más a la vista de los posibles clientes, que pueden acceder e incorporarse fácilmente a la carretera después del servicio, los hombres buscan la oscuridad y el cobijo de las calles tranquilas y casi totalmente desiertas de esta urbanización turística. Concretamente su 'cuartel general' es el final del paseo marítimo, junto a la alambrada que separa del parque metropolitano Los Toruños. Este es el lugar perfecto para eludir las miradas indiscretas y curiosas y aquí es donde los demandantes de sexo estacionan sus vehículos para esperar a su cita, que puede residir en la propia ciudad o en Jerez, Cádiz, Chiclana, San Fernando y de toda la Costa Noroeste. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que últimamente no son pocos los chicos jóvenes que prestan sus servicios a cambio de dinero cuando su economía flaquea.

Sitio para todos

Se trata de personas que no suelen dedicarse al negocio ni que se mueven en este círculo, pero que ocasionalmente acceden a mantener estos encuentros -con otros señores que se encuentran en un nivel económico superior- para salir del apuro.

Pero Valdelagrana, que posee una de las mejores playas de la Bahía y que se transforma casi en una pequeña ciudad durante el verano, también es el punto de encuentro para los que desean practicar relaciones con transexuales y travestis. Éstos se ubican habitualmente en el mismo punto donde los clientes acuden directamente. Precisamente uno de ellos -que ofreció pagar también si su hija, menor de edad miraba el acto sexual- fue detenido 'in situ' gracias a que el transexual al que requirió el servicio alertó a la Policía.

Cuando la nueva Ordenanza de Convivencia, que ha sido aprobada inicialmente, entre en vigor, la prostitución quedará prohibida y será sancionada. Algo que ha suscitado las críticas de la Asociación Pro Derechos Humanos por considerarla una medida injusta y discriminatoria y aplaudida por los vecinos de Valdelagrana.