Este año las cestas pesarán menos porque la tendencia es la de mantener la calidad y rebajar la cantidad para reducir el gasto. :: LA VOZ
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La crisis también le pasa factura al espíritu navideño

Han recortado en las invitaciones y, a falta de cifras cerradas, la hostelería ya estima que las reservas han caído un 20% Las empresas eliminan las cenas y reducen los contenidos de las cestas de regalo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La Navidad está a la vuelta de la esquina. Es tiempo para estar con la familia, renovar las ilusiones, los deseos y propósitos. Una fecha para salir con los amigos y pasar buenos ratos con los compañeros. La época en la que uno se afloja la corbata en la típica cena de empresa y se sorprende de los chistes que se sabe el de la mesa de al lado, aquel mismo con el que hace dos días se discutió por un informe; un encuentro que los empleados se toman como una terapia en la que limar las asperezas con una copa en la mano.

Pero, este año habrá que buscar otras fórmulas, porque más que aliviarse nudos lo que toca es apretarse el cinturón a consecuencia de la crisis. Las empresas están recortando gastos para buscar rentabilidad y seguir respirando en el ancho océano en el que se ha convertido el mercado. Le ha llegado el turno a las cenas de empresas, unas celebraciones que no son vistas con buenos ojos, sobre todo en aquellos lugares en los que se ha realizado una reducción de plantilla.

Aunque todavía no se ha cerrado ningún estudio por parte de la hostelería, según los primeros indicios las reservas han caído en torno a un 20%, la media que más o menos existe en España en estos momentos. Y aunque el número no parezca muy elevado, respecto a otros indicadores económicos o sectores, el dato es un tanto engañoso porque las pérdidas van a ser superiores.

El motivo es que aquellas empresas que están decididas a realizar este evento, lo harán mirando por sus bolsillos. Muchas son ya las que han comenzado con la ardua tarea de encontrar restaurante para cenas de empresa y aún no les cuadran los números debido al escaso presupuesto con el que se cuenta para este año. En las mesas este año va a haber muy poco marisco y por supuesto también se reducirá el número de comensales, para aliviar la cuenta. «Es indiscutible de que el número de cenas va a ser inferior al de otros años, por la sencilla y triste razón de que muchas han desaparecido o se encuentran en una grave situación. Esperamos que el negocio remonte en las próximas semanas porque son muchos los que lo dejan todo para el último momento», aseguró Antonio Ceballos, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Cádiz (Horeca).

Aunque no es momento de lamentar sino de reaccionar, y así lo han entendido los hosteleros que se han decantado por lanzar ofertas agresivas para adaptares a la demanda actual. «Tenemos menús de los 20 a los 40 euros por comensal, dependiendo siempre de lo que se quiera hacer. Aunque es la primera vez que lo afronto con un negocio propio llevo bastantes años en la hostelería y más que la cancelación de reservas lo que se nota es que vienen con un presupuesto muy inferior», afirma Jesús Bianquetti, uno de los socios del restaurante El Viajero. En definitiva, de lo que se trata es que «las empresas obtengan beneficios y se nota en el número de personas que sientan en una mesa. Por ello hay que ofrecer algo adecuado y ofrecer diferentes posibilidades que atraigan a los empresarios», confiesa Francisco José Santander, encargado del El Aviador.

De esta situación tampoco se salvan los hoteles cuyos salones mantienen las reservas, si bien sus se verán mucho más vacíos. Claro que la Navidad es una época de milagros y sobre todo de esperanza. «Esperemos que el tema se anime aunque la previsión no es muy buena la verdad. Pero tampoco se está muy alejado de lo ocurrido en el año anterior, se mantiene la tendencia», expuso Antonio Real, representante del sector hotelero en la provincia.

Una moña más pequeña

Más reacias son las empresas en dejar de dar un pequeño obsequio a sus trabajadores en agradecimiento a la labor desempeñada. Eso sí, pocos serán los empleados que vayan a salir por la puerta de su puesto con un jamón bajo el brazo. Las moñas de las esperadas cestas de Navidad se han reducido. Es algo que se puede observar en las administraciones públicas, en especial tras los últimos recortes del Gobierno.

Es un hecho que se confirma por parte de la empresa Ansama, afincada en El Puerto y especialista en la elaboración de cestas. «Afortunadamente no hemos perdido una cantidad de clientes preocupante, lo que sí es que ahora se mira mucho más por el precio. Es algo lógico porque no se quiere perder ese detalle de la cesta, de dar un pequeño obsequio, pero tampoco se quiere perder capacidad económica. Hay que ajustarse a eso e intentar que no caiga la calidad. De hecho, es una de las primeras palabras que salen cuando una empresa encarga una cesta», explicó Antonio Sainz, gerente de la empresa. Buenos productos pero menos cantidad, el lema de esta Navidad.