Las calles de Madre de Dios son algunas de las que concentran más tráfico de toda la ciudad. :: J. F.
Jerez

Chapín y Madre de Dios son las zonas más saturadas por el ruido

El defensor del ciudadano alerta de una creciente contaminación acústica y pide la concienciación e implicación municipal

Almudena Doña JEREZ. Actualizado: Guardar
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Su contaminación no resulta tan evidente como la que puedan producir el humo, la basura o una simple bolsa de plástico. Sin embargo, sus efectos sobre la salud humana resultan incluso más perniciosos provocando problemas de estrés e incidiendo en la conducción de los que lo padecen, entre muchas otras contraindicaciones. Se trata del ruido, ese enemigo con el que convive el ciudadano día a día, sin tener conciencia del impacto medioambiental que conlleva.

Para que la población se haga una idea de su alcance y, sobre todo, se conciencie en aras de su prevención, la Oficina del Defensor del Ciudadano de Jerez ha elaborado un informe en el que fija cuáles son consideradas las zonas de mayor saturación de ruidos. Por orden, se llevan la palma Chapín y Delicias (en especial la avenida Lola Flores), aglutinando el 27% de las quejas que ha tramitado el organismo.

El segundo lugar lo ocupan Madre de Dios y zona centro, con el 26%, seguidos de la avenida Álvaro Domecq con el 24%. Las menos ruidosas, por este orden, serían la zona norte, La Granja y la sur. En cuanto a la fuente de donde proviene el ruido, las reclamaciones registradas por el defensor apuntan a actividades y música, en un 67%; vehículos y máquinas, en un 21%; animales, en un 9% y personas concretas, en un 3%.

En cuanto a quién toma la iniciativa a la hora de interponer la correspondiente queja, en casi un 60% se trata de particulares de forma individual; un 32% de grupos de vecinos; un 6% de asociaciones vecinales y un 3% correspondiente a las tramitadas de oficio por la propia oficina. En cuanto a los lugares en los que se concentran las mayores denuncias, destacan los bares y restaurantes por encima de discotecas, que requieren permisos más contundentes y se encuentran mucho más controladas.

Educación cívica

No obstante, la queja no se tramita tanto por el local en sí, que suele estar insonorizado y cumple los permisos, sino por los clientes que cuando salen de los establecimientos continúan la fiesta fuera de ellos, bebiendo y gritando en plena calle. Por ello, el defensor de la Ciudadanía, Francisco Reinoso, que fue el encargado de presentar el informe, hizo mucho hincapié en la sensibilización de los jerezanos.

«Hay que tomar conciencia del problema y moderarse cuando se celebran zambombas o se está en la Feria. Hay ejemplos en los que la gente ha tenido que vender su vivienda o mudarse los fines de semana... Muchas veces es educación cívica».

Uno de los principales problemas radica en que el mapa de ruidos de la ciudad aún no se ha cerrado, y el Ayuntamiento tiene de plazo hasta 2012 para llevarlo a cabo. Cuando se elabore, se establecerán cuáles son las áreas más saturadas y se supone que se obrará en consecuencia, limitando la instalación de bares y comercios en estos lugares. Así lo espera Reinoso, que también quiso poner la lupa en la actuación de las administraciones locales, que a su juicio no tienen la suficiente voluntad política (ni a veces los medios) para hacer frente a estas situaciones.

«El Ayuntamiento debe intervenir para que se cumpla la ley; muchas veces lo que ocurre es por la falta de celo de las administraciones. Hay casos que se repiten año tras año, y cuando acuden a nosotros es porque han agotado ya todas las vías». Como nota positiva, por contra, destacó que el 80% de las recomendaciones de la oficina son aceptadas por el Consistorio, por lo que animó a los afectados a que no se desesperen y sigan con la lucha.