VIAJE TURÍSTICO

Que el turismo es un gran invento lo dejó bien claro Alfredo Landa. Así que no tiene nada de original 'Come Reza Ama', supeditada al lucimiento de Julia Roberts, que vuelve a desplegar su repertorio interpretativo con un virtuosismo digno de mejor causa. Porque la película de Ryan Murphy no es más que un pintoresco viaje turístico alrededor de medio mundo, emprendido por una mujer en plena encrucijada vital, tras un doloroso divorcio. A su lado, Javier Bardem, en un papel secundario y poco creíble, se limita a cumplir. El resto es un desfile más o menos entretenido de escenas románticas, humorísticas y dramáticas, fotografiadas como si se tratase de relamidas tarjetas postales y donde los tópicos se imponen. Lo único reseñable es la forma dialogada como en la que se describen algunas de las más sugestivas ciudades del mundo. Por ejemplo, Nueva York es ambición y mugre; Londres, una vieja dama; Roma, una bella herida; y Bali un amoroso mantra. Pero, ¿puede el amor ser reinventado? Es lo que intenta el personaje de Roberts. No es sólo amor, no es sólo sexo, es también la atracción por un alma gemela. Si la sociedad quiere recobrarse debe recuperar la idea del amor como el que ella experimenta. El problema es que su director no lo ha entendido así.