Aumentan las quejas por deficiencias en el servicio de recogida de basuras

Chiclana no es una ciudad limpia. Esa es, al menos, la impresión que se lleva Miguel Rodrigo Solís, vasco afincado los últimos quince días en la urbanización de Aldea del Coto. Y eso que él tiene suerte, puesto que esta zona es una de las que ya se beneficia de los nuevos contenedores, más modernos y efectivos, para el depósito de residuos orgánicos. La situación es mucho peor en el extrarradio y en algunas barriadas del casco urbano chiclanero. Las quejas se multiplican, más aún en verano, con el aumento poblacional y por tanto de desperdicios propio de estos meses.

Los nuevos recipientes previstos para depositar la basura aún no han llegado a todos los puntos del término, y en algunas zonas, la acumulación de hasta una decena de contenedores hace que los restos desprendan un fuerte olor.

La empresa municipal Chiclana Natural tiene previsto acometer antes de final de año la eliminación del bolseo, así como la recogida de cartón, que tanto afea a comercios y locales de ocio del centro

Sin embargo, el problema de los RSU aún no está solucionado. «Aquí es asqueroso tirar la basura», reconoce María Gutiérrez, vecina de El Marquesado. En la última década Chiclana ha incrementado la recogida de basuras un 35% gracias al boom poblacional. El servicio cuesta más de 7,2 millones de euros al año, y en 2010 las arcas municipales ingresarán 400.000 euros más de lo que venían haciendo en los últimos años, tras la incorporación al padrón de 2.200 nuevos contribuyentes. En total, la ciudad cuenta con casi 43.000 abonados.