Tribuna

Trabajo, ecología y autonomía

PRESIDENTE DEL COMITÉ DE ENLACE PROVINCIAL ANDALUCISTA Actualizado: Guardar
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El andalucismo político se plantea tres prioridades para sacar a nuestro pueblo del 'pozo' profundo donde nos han instalado, los tres están relacionados: Trabajo, Ecología y Autonomía. La prioridad preferente es el trabajo, manteniendo las cifras de desempleo que tenemos no podemos hablar de una sociedad desarrollada, incluso no podemos hablar de una sociedad libre donde hay miles de familias donde ninguno de sus miembros tienen empleo o donde la economía sumergida tiene un porcentaje muy elevado, perdiendo por ello su independencia y careciendo de un mínimo de seguridad vital.

Los andalucistas reclamamos que se acabe la indiferencia sobre estas cifras y porcentajes, parece como si nos hubieran acostumbrado a estas cotas de desempleo, mucho más altas que la media del Estado Español y no digamos de la Unión Europea. No son simples números, son personas, son familias, son problemas de todo tipo los que se crean o los que crecen o aumentan en este entorno del paro, desde personales, salud o sociales. Hay que acabar con este estado de aletargamiento y/o resignación social ante este problema, pues estamos lastrando el futuro de las nuevas generaciones de andaluces y andaluzas donde los más preparados tienen sólo la salida de la emigración.

Los andalucistas creemos necesario para el más de millón de parados andaluces un giro de las políticas de empleo, los resultados nos muestran su fracaso, un giro que debe basarse en un reforzamiento real de la figura del autónomo y en la cultura del cooperativismo. Mientras que no se creen 100.000 nuevas pequeñas o medianas empresas o cooperativas no se resolverá el problema. Afortunadamente tenemos sectores que tienen capacidad para generar riqueza y de forma sostenible, por lo que es necesario hacer una apuesta seria, por lo que es como ejemplo claro el mundo rural: nuestra agricultura, ganadería, mundo forestal, turismo rural e industrias derivadas; como la industrialización: empezando por los sectores tradicionales y siguiendo por las nuevas tecnologías; y como es el sector turístico: racionalizando y tecnificándolo. Lo que vivimos es el resultado de la economía del pelotazo, de la especulación, no de una economía sostenida, creativa, de futuro y social. Esta es la apuesta que tenemos que realizar, si no más vale que quitemos de la Constitución y del Estatuto de Autonomía que cada ciudadano tiene derecho a un trabajo.

La segunda preferencia es la ecología, esta va en relación a un nuevo modelo económico. Es necesario que seamos independientes energéticamente y tenemos capacidad para ello, tenemos un potencial rural y urbano que es uno de nuestros grandes patrimonios, hay que respetarlos como obligación que tenemos de trasmitirlos a futuras generaciones, pero a la vez su puesta en valor, puede aportar de manera estable o sostenible una gran riqueza. Un ejemplo escenifica estas posibilidades, nuestra agricultura si apuesta por la calidad y las variedades autóctonas tiene abierto todos los mercados y un gran valor añadido, nuestro turismo es otro ejemplo de posibilidades, lo contrario es dar paso a nuestros competidores y por desgracia tenemos el estigma de zonas de costa deterioradas que ya sólo sirven para desviar flujos a otros estados que mantienen costas salvajes.

La ecología no es un valor en si mismo, sino un principio informador de cómo podemos tener una sociedad diferente a la que tenemos y que para muchos ha dejado relegado al hombre a un segundo lugar, donde importa más un desarrollo o unos beneficios puntuales aunque socialmente salgamos perjudicados, es una apuesta por una verdadera calidad de vida.

Por último, los andalucistas consideramos preferente una verdadera Autonomía. Sabemos que hay una corriente centralizadora que ataca a las Comunidades Autónomas, el argumento falaz es el déficit público, la respuesta es fácil, la administración central del estado también es gravemente deficitaria y no por ello se pide que desaparezca, o lo mismo podríamos decir de la administración local. No confundamos la mala gestión que existe en todas las administraciones, en general, con el modelo de estado, ello no es óbice para que pensemos críticamente los andalucistas que se podrían simplificar elementos secundarios, como diputaciones, patronatos, empresas públicas, fundaciones, etc., y que duplican la administración.

La Autonomía es un valor necesario si verdaderamente queremos que Andalucía no sea simplemente una colonia interior tanto en aspectos económicos como políticos dentro del estado. No es algo nuevo de ahora, Andalucía en el régimen franquista o en la época monárquica de la restauración, siempre ha sido postergada en relación con otros pueblos del estado económicamente y en inversiones.

La Autonomía es que las decisiones se tomen en defensa de nuestros intereses, la realidad es que pese a que tengamos andaluces en nuestras instituciones autonómicas y nuestros diputados y senadores en Madrid, en los debates generales del estado no se nombra a Andalucía, cuando se recortan obras públicas se meten las tijeras bien en Andalucía mientras que hay otras comunidades autónomas que no se las toca, cuando se adjudica, por el Banco de España, Cajasur hay criterios políticos para que el beneficiario no sea un agente financiero andaluz, todo ello es una muestra que verdaderamente no hay una autonomía real, no hay un poder andaluz político y económico.

Los andalucistas consideramos que hay que rescatar la Autonomía como un instrumento para el crecimiento de nuestro pueblo, no podemos conformarnos simplemente con tener unas instituciones, sobre todo si esto sólo se ha montado para tener controlada la situación por el PSOE y mantener el poder eternamente, pero luego ser incapaz de enfrentarse nunca a Madrid, como es el eterno caso de la Deuda Histórica, que para nosotros sigue viva pues no es de recibo el pago en suelo, o el más reciente de CajaSur.