Opinion

Irak y el abismo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un terrorista suicida consiguió infiltrarse ayer en un centro de reclutamiento en Bagdad y mató a más de 60 soldados o aspirantes a serlo. Es el peor atentado en siete meses y aumenta las inquietudes sobre la capacidad real del Gobierno y sus fuerzas de seguridad para mantener el orden y garantizar la vida pública. No es seguro, ni siquiera probable, que los terroristas de Al-Qaida sopesen el escenario político-institucional antes de esparcir la muerte y, de hecho, los atentados solo persiguen desestabilizar el país y evitar su normalización. Pero la incapacidad de los responsables para formar un gobierno estable de concentración ayuda a extender el pesimismo. Las elecciones se celebraron el 6 de marzo y, sin un ganador claro, ha sido imposible crear un Ejecutivo y abrir la legislatura. Con los norteamericanos haciendo las maletas en ejecución del acuerdo firmado con el Gobierno Bush, es muy sombrío el horizonte iraquí y hoy por hoy se puede achacar la desesperanza a una clase política incapaz de alcanzar el gran pacto nacional que el país necesita.