El centro es muy goloso para los residentes de diseminados. :: J. M. A.
Chiclana

Los padres del colegio La Barrosa sospechan que hay más datos falsos

Los denunciantes piden que se revisen también los ingresos por renta y la situación de niños matriculados en años anteriores

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Los once casos de falsificaciones de datos en los procesos de matriculación de alumnos de tres años en el colegio La Barrosa de Chiclana, puestos al descubierto después de la denuncia de un grupo de padres y de la investigación de la Policía Local, «no son los únicos». Así lo consideran algunos de los progenitores que pusieron en conocimiento de Educación la existencia de familias que declaraban una cosa, cuando en realidad su situación era bien distinta.

Hasta el momento el único aspecto comprobado por las autoridades y la administración competente, ha sido el domicilio de residencia habitual, que es justamente uno de los elementos que mayor puntuación aporta al baremo para la obtención de plaza en un determinado colegio actualmente. Las particularidades del primer centro educativo público de la zona de costa como es el CEIP La Barrosa, ha facilitado este engaño u ocultación de la verdad por parte de algunas familias, en busca de mayor puntuación y por tanto preferencia en el orden de las listas de acceso a la escolarización.

De hecho, en la mayoría de los once casos detectados, las solicitudes habían descrito viviendas en las que los pequeños se encontraban empadronados, que en realidad sólo eran segundas residencias o inmuebles de veraneo.

Los padres que denunciaron esta práctica consideran que «por fin se ha hecho justicia», pero a su satisfacción tras conocer los frutos de la investigación llevada a cabo por la policía, también añaden la preocupación de que los hechos puedan ser generalizados. Ellos consideran que habría que supervisar también los casos de niños matriculados en años anteriores en este colegio de infantil y primaria. Hablan de, al menos, un par de casos en los que los padres podrían haber burlado la legalidad de forma similar. Además, los denunciantes consideran que se deberían revisar asimismo, no sólo los domicilios de residencia habitual, sino la situación económica declarada de algunas familias monoparentales, que es otro de los aspectos más ponderados en puntuación a la hora de matricular a un niño en un colegio.

Según ha podido saber este medio, en otros centros educativos en los que suele haber una dura pugna por las plazas, algunos padres estarían siguiendo con detenimiento el devenir de los acontecimientos en el colegio La Barrosa. La situación vivida en este centro «ha sido muy descarada» según algunos. Por esta razón, ellos consideran que en años sucesivos «todo el mundo se andarán con cuidado de mentir en los datos personales que presenten en las solicitudes de matrícula».

Precisamente esta especie de aviso a navegantes también ha sido uno de los motivos que ha llevado a la delegación provincial de Educación a solicitar que se contrastaran los datos por todos los medios posibles.