Los centrales Friedrich y Mertesacker celebran la victoria ante Argentina. :: AP
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Los diez mandamientos

Armarse con el balón, evitar la batalla física y lograr que el partido no se descosa, claves para vencer a Alemania

JOHANNESBURGO. Actualizado: Guardar
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Aunque estas 'finales' suelen decidirse por algún detalle inesperado, entre los colaboradores de Del Bosque existe consenso a la hora de diseñar la táctica a emplear para vencer a una Alemania más fuerte que en la Eurocopa, y más poderosa en ataque que en defensa. El decálogo del triunfo sería el siguiente.

España está obligada a tocar más rápido, con más tino y manejando mejor los tiempos que en partidos precedentes si quiere gobernar un duelo que presagia una batalla terrible en la medular. Sin el esférico en su poder, los medios españoles sufren más que los teutones.

A base de movilidad en la punta de ataque, triangulaciones, permutas e incorporaciones de Xavi e Iniesta, el reto es sacar de sitio a Mertesacker y Friedrich, dos centrales notables por arriba y en el juego posicional pero lentos y vulnerables en los movimientos cortos y con velocidad.

Tanto Boateng como Badstuber, laterales izquierdos utilizados por Löw, son más bien armarios. A base de dos contra uno y de paredes, España puede descubrir una mina.

Hay que ser italianos puros y evitar el riesgo de marear demasiado la perdiz con pases triviales. Cualquier pérdida de balón en campo contrario puede provocar una contra letal de los germanos, mucho más rápidos y potentes con espacios, imparables en carrera.

La condición física de base de los alemanes es superior. Si el partido deriva en una batalla cuerpo a cuerpo, será una pésima señal. En los balones divididos y en las segundas jugadas tienen ventaja.

La línea de cuatro debe adelantarse y juntarse casi al centro del campo. Si España defiende lejos, evitará las acciones de estrategia y los balones colgados, donde los alemanes son maestros. Si das un paso atrás, este rival te bombardea.

Frente a Cristiano Ronaldo, tanto Piqué como Busquets se afanaron en auxiliar a Capdevila. Si no vuelven a estar atentos y solidarios, Trochowski o Kroos, en sociedad con Ozil, pueden hacer una autovía por ahí, y más si les dobla Lahm.

Dada la tendencia de ambos a irse alegremente al ataque ya están advertidos de que su primera misión es cuidar la zaga. Si eligen bien los momentos de subir, se benefician del factor sorpresa y evitan los desajustes defensivos.

Aunque Villa tiene tanta o más pegada que Klose, a España no le conviene un partido a tumba abierta. Cuando los duelos se descosen, los de Löw disfrutan de cuatro pulmones. Así humillaron a Argentina.

Si los dos están a su nivel, Casillas es mucho mejor que Neuer, un joven de 24 años que hizo partidos calamitosos en el tramo final de la Bundesliga con el Schalke. Que Iker no dude por arriba, su punto débil junto al juego con el pie.