«La crisis es una oportunidad, pero no en el sentido de buscar chollos»

A Álex Rovira le trae frito que lo relacionen con los libros de autoayuda. Es el autor de la trilogía 'La Buena Suerte', 'La buena vida' y 'La Buena crisis' y de otros cinco volúmenes más. Un economista que habla de sentimientos y psicología, es fácil hacer la relación. Pero también se atreve a hacer predicciones sobre el futuro del sistema financiero español y por qué un país que se ha apoyado demasiado en la construcción «no puede recuperarse, tiene que reinventarse».

-Motivación en tiempos de crisis. ¿Cuál es la fórmula?

-Es el nombre de la conferencia, pero no vengo a motivar a nadie, vengo a provocar. Una conferencia siempre busca eso. Precisamente esta crisis no sólo ha sido económica, también lo es de conciencia y no puede haber calidad en la actividad empresarial si no la hay en el alma. Hay que empezar por uno mismo antes de buscarle remedio a lo todo lo demás.

-Ahora parece que ha resurgido un nuevo optimismo. ¿Cree que empezamos a salir del agujero?

-Es difícil de decirlo. Me preguntan muchas veces: ¿cuándo acabará la crisis? Y yo respondo: ¿cuándo acabará tu crisis? Es cierto que el pesimismo lo ha marcado todo, pero ese pesimismo no tiene por qué ser malo, nos lleva a tomar contacto con la realidad y con lo que se ha perdido. También nos devuelve a lo esencial y a los propios valores. No es filosofía, es de sentido común. Esta crisis comenzó por un afán especulador y la iniciaron personas que quisieron enriquecerse en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo. Eso ya de por sí es una perversión de la economía. Por eso hay que mirarse a sí mismo y ver lo que es realmente importante en la vida.

-¿Cree que los emprendedores que le esperan en el salón quieren oír hablar de psicología?

-No lo sé, habrá gente de distintos tipos de sectores y puedo hablar de economía en cualquier momento, pero no creo que eso sea lo que más importante. Al fin y al cabo, una empresa se dirige como una familia o como una clase de instituto. Si el líder no tiene valores no podrá transmitir nada y le advierto que la psicología crea economía.

-¿Considera que a la hora de afrontar la crisis la gente ha optado por la queja constate?

-Bueno, la queja no es mala. Ni siquiera lo es la tristeza. Ambas deben ser una acción transformadora. Pero como todo, en su dosis justa, cualquier exceso termina siendo venenoso. Hay que tener en cuenta que esta situación te lleva a una conciencia de fragilidad muy fuerte. Te han desprendido de tu trabajo, de tus ingresos, a veces de tu casa. Hay gente que ha sentido el hambre. A partir de ese momento, hay que recomponerse y la experiencia te invita a ser y no sólo a tener.

-Entonces ¿la ve como una oportunidad?

-Es una oportunidad, pero no entendida como un buen momento para encontrar chollos o rebajas. El que vaya por ese camino está equivocado. La crisis invita a ser y no a tener, porque cuando lo has perdido todo, se aspira a lo imprescindible. Para qué quieres tener muchas propiedades si no tienes calidad de vida. Ahora empieza a extenderse esa conciencia y a través de ella es posible construir modelos nuevos. Modelos relacionados con la ecología, el cuidado del planeta. La recesión tiene trambién otro componente positivo y es que la gente se ha vuelto más crítica y exigente, ha generado debate y ha cuestionado el sistema que había implantado.