El presidente de la Generalitat, José Montilla (dcha.), saluda al líder de la oposición, Mariano Rajoy, antes del encuentro. :: EFE
ESPAÑA

Diálogo de sordos entre Rajoy y Montilla

El líder del PP rechaza renovar el tribunal y el gobernante catalán avisa de que recortar el autogobierno fracturará las relaciones Mantienen una reunión cordial, pero sin acuerdo alguno sobre el 'Estatut' y el Constitucional

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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La primera visita de Mariano Rajoy al Palau de la Generalitat desde que es presidente del PP concluyó en tablas y, a pesar del ambiente «agradable» y «cordial», ni José Montilla ni el líder popular lograron acercar un ápice sus posiciones respecto a la retirada del recurso sobre el 'Estatut' y la renovación del Constitucional. En las dos horas de reunión, tanto Montilla como Rajoy mantuvieron ayer un diálogo de sordos, en el que cada uno se enrocó en su posición sin dar el brazo a torcer.

El más enérgico fue el presidente de la Generalitat, que trasladó a Rajoy que la legitimidad del Tribunal Constitucional, con cuatro magistrados con el mandato vencido y uno fallecido y sin reemplazar, está más que tocada y advirtió de la «fractura difícilmente reparable entre Cataluña y España» que puede provocar un recorte de la Carta Magna catalana. El líder del PP respondió que no hay que tener miedo a las instituciones.

«Le he pedido una vez más -explicó Montilla- la retirada del recurso presentado por el PP contra el 'Estatut' y he insistido que esta exigencia aquí en Cataluña es un clamor». Y si no, añadió el 'president', que colabore para renovar el Tribunal Constitucional.

Rajoy rechazó ambas propuestas por entender que sus objeciones son compartidas por una «mayoría» de catalanes que quieren un 'Estatut' constitucional.

El jefe del Ejecutivo catalán defendió la normalidad con la que se aplica el nuevo marco de autogobierno y para demostrarlo puso un ejemplo. «De las 30 leyes que hemos aprobado para desarrollar el Estatuto, el PP sólo ha recurrido una». Subrayó la contradicción que supone esta escasa beligerancia con la mantención del recurso ante el Constitucional, y alertó de las consecuencias que puede tener un fallo restrictivo. «Cataluña -sentenció Montilla- no puede aceptar una sentencia, por legal que sea, dictada por un Tribunal Constitucional con una legitimidad más que cuestionada».

Sin miedo

Rajoy replicó a su anfitrión que se debe respetar lo que decida el Tribunal Constitucional y que el PP lo hará sea cual sea la sentencia. «Lo hemos hecho siempre, nos guste o no. El Tribunal Constitucional existe porque así lo hemos decidido todos cuando aprobamos la Constitución, son las reglas del juego y no hay que tener miedo», afirmó. Además, aseguraba «satisfecho» de la reunión, «aunque no hemos coincidido en algunas cosas». En realidad, no llegaron a ningún acuerdo. Rajoy no desaprovechó la oportunidad de arremeter contra el presidente del Gobierno, aunque su interlocutor fuera ayer el presidente de la Generalitat.

Culpó a José Luis Rodríguez Zapatero del retraso en la renovación del Constitucional por no aceptar a los candidatos propuestos por el PP. «La última vez que hablé sobre este asunto con Zapatero -rememoró- fue el 14 de octubre de 2008, el Senado tenía que elegir los cuatro miembros propuestos por las comunidades autónomas y no le gustaron los que le propusimos».

Eso sí, señaló que coincide con el jefe del Ejecutivo en que el tribunal «tiene plena legitimidad para resolver este asunto (el recurso sobre el 'Estatut')» y comparte además la «inconveniencia de cambiarlo ahora» en mitad de la deliberaciones, según un Rajoy que dijo haberse sentido muy «cómodo» y «muy a gusto» con su interlocutor.

«Hablar siempre es bueno para llegar a acuerdos en el futuro», señaló. Montilla también lo cree y afirmó que vio al presidente del PP dispuesto a abordar la reforma de la ley orgánica del Constitucional. «Sobre este tema no tiene una posición cerrada y ya veremos cuando la iniciativa llegue al Senado», dijo. Ante la falta de acuerdos, el 'president' se contentó con algunas sensaciones: «Rajoy va tomando conciencia de la gravedad de la situación que puede crear una sentencia restrictiva», dijo.