La construcción repunta

La burbuja inmobiliaria española elevó el peso de la construcción en el conjunto de la economía en más de cinco puntos sobre la media comunitaria, que se sitúa entre el 7 y el 8% del PIB. Llegaron a construirse más de 750.000 viviendas anuales cuando la demanda real no alcanza las 400.000. El estallido de la burbuja derrumbó el sector, y en las cifras de empleo de este mes se advierte ya un repunte de la actividad. El paro en el sector se ha reducido en 15.500 personas. Aunque los datos disponibles no permiten marcar aún una tendencia, la noticia es estimulante porque, para la recuperación, es necesario que la construcción se reactive. No hasta las cotas insostenibles de antaño, a causa de la desaforada especulación, pero sí hasta los niveles europeos, lo que no sucederá sin embargo del todo hasta que se reduzca el actual 'stock' de cerca de un millón de viviendas vacías. En la sustitución de parte de la actividad constructora por otras actividades de mayor valor añadido, con la consiguiente readaptación profesional de los trabajadores cesantes, estribará el éxito de la modernización económica indispensable para el retorno de este país al crecimiento y a la prosperidad.